Hazte premium Hazte premium

Muere el monje de Poblet Francisco Martínez-Soria, hijo del actor Paco Martínez Soria

Martínez-Soria tenía 88 años, fue ordenado presbítero en 1962 y vistió el hábito cisterciense en 1991

Francisco Martínez-Soria Ramos, fotografiado en el claustro del monasterio POBLET

ABC

Barcelona

El monje del monasterio de Poblet (Tarragona) Francisco Martínez-Soria Ramos, hijo del actor Paco Martínez Soria, falleció el sábado en el hospital Joan XXIII de Tarragona, según informó el propio monasterio. Martínez-Soria, de 88 años, llevaba tiempo enfermo y pasó sus últimos años de vida en la enfermería del monasterio. «Durante su última enfermedad no le ha sido ahorrado el sufrimiento, que ha sido para él un camino de purificación y de preparación para el gozo que no termina», destacan desde el monasterio tarraconense.

Nacido en Barcelona el 18 de julio de 1934, nació como Francisco de Asís Martínez Ramos, pero su padre, el actor Pacto Martínez Soria, le cambió el apellido para que no se perdiera. A los 21 años dejó los estudios de farmacia para ingresar en el noviciado de los escolapios en Moià y fue ordenado presbítero en Salamanca en 1962. Años después, en un receso espiritual, sintió el deseo de convertirse en monje, «consciente de que su vida espiritual se había ido enfriando». Según informa el monasterio, «vistió el hábito cisterciense el 8 de septiembre de 1991, y, tres años después, el 8 de septiembre de 1994, hizo la profesión como monje cisterciense de Poblet».

A su padre, solía explicar, le costó digerir que siguiese la vía del sacerdocio «Hombre, yo pensaba que serías un buen farmacéutico y ahora resulta que quieres ser cura...», contaba que le decía. Con el tiempo, sin embargo, fue «quien mejor entendió» su religiosidad. «Cuando en los 60 algunos escolapios lo dejaban, me llegó a decir: »Hijo mío, no me darás el disgusto de dejar lo que tanto me costó aceptar«.»

En el monasterio desempeñó labores tales como sacristán, responsable de la tienda de recuerdos, refectorio, hospedador, y, antes de jubilarse, responsable de la lavandería. A Martínez-Soria se le recordará «por su carácter abierto y jovial, siempre activo y disponible para los servicios comunitarios, por su fidelidad a la santa misa y al oficio divino, y por su capacidad de establecer vínculos y de conectar con las personas». : conocía a mucha gente y le conocía mucha gente. Se esforzaba por limar las asperezas de su temperamento fuerte, y cabe decir que poseía una calidad muy buena: sabía ver y poner de relieve las cosas positivas de los demás.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación