Los Mossos reconocen ante la juez que descartaron detener a Puigdemont antes de su discurso para evitar desórdenes públicos y luego «todo falló»

Según han detallado a ABC fuentes conocedoras, ha ratificado así el mando de la Policía catalana lo que ya recogió el informe que el entonces jefe del Cuerpo, Eduard Sallent, remitió al Tribunal Supremo tras la huida de Puigdemont. Que la prioridad del dispositivo aquella fecha fue la de garantizar el pleno de investidura de Salvador Illa y garantizar la seguridad de la Cámara catalana, evitando la entrada clandestina del líder de Junts, con la intención de, si aparecía, proceder a su arresto en el momento más adecuado. Alegaba así el texto, y ha repetido hoy Hernández, que no se le detuvo antes de subir al escenario de Arc de Triomf para pronunciar su discurso porque, al estar protegido por un número considerable de personas dicha intervención hubiese requerido el empleo de una fuerza probablemente excesiva e incluso desproporcionada.

Además, durante su comparecencia como testigo esta mañana, el jefe de Información ha indicado que la huida del 'expresident' fue «muy ágil y rápida» y que «todo falló» para tratar de arrestarlo. Desde el único agente que vio a Puigdemont en el interior de la carpa junto al escenario, y cómo se montaba en un vehículo, del que dio erróneamente tanto el modelo como la matrícula. Además, también fallaron las comunicaciones, porque no pudo alertar por radio dada la saturación de las líneas. Misma información que ya detallaron los Mossos en su informe remitido al Supremo.

El mando también ha desgranado ante la instructora que entre esos fallos, estuvo el de la cápsula de políticos y ciudadanos que se dirigió hacia el Parlament, y en la que pensaron, se encontraría también Puigdemont. Esa cápsula de dirigentes les «confundió», y de ahí el retardo en la capacidad de reacción del Cuerpo para tratar de arrestar al 'expresident'. Preguntado porqué no investigaron a los integrantes de esa cápsula, ha indicado que no pueden centrar las pesquisas en dichos ciudadanos sino en «funcionarios públicos».

Una afirmación que ahora abre la puerta a las acusaciones populares a solicitar nuevas diligencias. Entre esas, pedir la declaración, bien como testigos o investigados, de algunos de los dirigentes políticos que integraron la comitiva que se dirigió a la Cámara catalana, cuando Puigdemont ya se había montado en un coche, abandonando así Arc de Triomf.

Por el momento, tres mossos siguen imputados por su presunta colaboración en la huida del líder de Junts. Las pesquisas de Asuntos Internos apuntan que habrían actuado «de forma coordinada» para evitar el arresto de Puigdemont, sobre el que pesaba, y pesa, una orden nacional de detención, emitida por el Supremo, y que aún se encuentra a la espera de la amnistía.