Los Mossos investigan la filtración de datos personales de 71 agentes desde un correo corporativo

Desde el Cuerpo apuntan que una vez conocida la filtración se ha activado la comisión de evaluación de riesgo y protección, que ha presidido el comisario jefe, Eduard Sallent así como otros mandos. En dicha comisión se ha decidido tanto avisar a los agentes afectados; como trasladar lo ocurrido a la Agencia de Protección de Datos. La División de Investigación Criminal (DIC) trata ahora de averiguar el origen de la filtración.

Además, los Mossos han bloqueado ya el correo afectado, y se ha activado el protocolo de tecnologías de la información, para evitar que puedan verse afectados más datos sensibles. Por este motivo, se han reseteado ya todos los mails corporativos del Cuerpo y se han cambiado las contraseñas. Fuentes policiales explican a este diario que la información afecta al cuadrante del turno de la prisión de La Roca del Vallès, del pasado 1 de febrero, y que se ha publicado en Telegram. Un delito que, previa denuncia, ya investiga la Fiscalía especial de delitos tecnológicos.

A los datos que han robado ciberdelincuentes no tienen acceso todos los agentes, por lo que los investigadores sospechan que los 'hackers' habrían accedido a ellos a través del perfil de algún mando o responsable de planificación del Cuerpo. La información que han sustraído es la de las llamadas 'sábanas' del centro penitenciario, hojas de rutas de esa fecha, en las que constan los datos personales de los agentes, sus turnos y los traslados a efectuar.

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Cabe recordar que, en mayo de 2016, fue un sindicato de la Policía catalana, SME, el que sufrió un 'hackeo', con la posterior filtración de información personal de más de 5.600 agentes. Como consecuencia, la Unidad Central de Delitos Informáticos (UCDI) abrió una investigación que se saldó con tres detenidos, en enero del año siguiente. Dos de ellos en Barcelona y, el restante, en Salamanca. A pesar de ello, el caso no llegó a juicio, y la Audiencia Provincial decretó su sobreseimiento provisional.

Los autores de aquel ataque informático publicaron fotos de Juan Andrés Benítez, que murió en 2013 en el Raval tras ser reducido por varios mossos, y Ester Quintana, que perdió un ojo por el impacto de una bala de 'foam'. Tras ello, subieron un enlace que conducía a una página donde se podían descargar los datos personales de 5.640 agentes afiliados al sindicato; nombres, direcciones, cuentas bancarias y teléfonos, según informó en su día el entonces director del Cuerpo Albert Batlle.