el oasis catalan
Dumping
Cataluña aumenta los impuestos propios a su máxima expresión, porque tiene la costumbre de generar deuda y déficit en notable cantidad
Artículos escritos por Miguel Porta Perales
Barcelona
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Iniciar sesiónIsabel Díaz Ayuso no practica el dumping ni roba a los catalanes. El dumping es otra cosa: «práctica comercial de vender a precios inferiores al costo, para adueñarse del mercado, con grave perjuicio de este». Robar es otra cosa: «quitar o tomar para ... sí con violencia o con fuerza lo ajeno». Nada de eso se percibe en la controversia Salvador Illa versus Isabel Díaz Ayuso.
Salvador Illa –añadan el PS, el PSOE y el Equipo de Opinión Sincronizada político y mediático- no quiere entender –sí lo entiende, pero lo oculta- que la Comunidad de Madrid ha obedecido, letra a letra, lo que indica la legalidad vigente. Esto es, las Comunidades Autónomas tienen margen para aumentar o reducir el porcentaje de determinados impuestos denominados propios. Por eso, la Comunidad de Madrid ha reducido una parte del IRPF y de los impuestos de sucesión, donaciones y patrimonio. Cosa que podría hacer Cataluña y no lo hace.
Unas cuestiones que dan cuenta y razón de lo que sucede: ¿por qué Madrid y Cataluña apuestan por políticas contradictorias? ¿Por qué el victimismo de Salvador Illa?
Madrid reduce determinados impuestos propios por ser –además de duplicados: pongamos por caso sucesión y patrimonio- lo más parecido a un expolio; también los reduce para favorecer la llegada de nuevos contribuyentes e inversores que aumentan la recaudación total gracias a la reducción del gravamen.
Cataluña aumenta los impuestos propios a su máxima expresión, porque tiene la costumbre de generar deuda y déficit en notable cantidad. Una deuda de récord –origen: el «proceso» y sus coletazos- que, finalmente, acaba asumiendo siempre el Estado. De ahí, surge la Hacienda propia -en la Cataluña nacionalista todo ha de ser propio e identitario- y la exigencia de una financiación singular en la cual Cataluña acapara todo lo recaudado a cambio de un cupo a la vasca. Y algo más: la Hacienda propia –por si acaso hay que dar la voz al pueblo- permite acceder al censo electoral.
Por lo demás, el victimismo de libro de Salvador Illa –el dichoso dumping o el Madrid nos roba: ¿acaso Salvador Illa prefiere el uniformismo y centralismo que denigra?- no es sino una artimaña para justificar la singularidad catalana. Al respecto, bien podría decirse que Pedro Sánchez y Salvador Illa sí practican el dumping político al vender/comprar a precio rebajado una singularidad que a todos nos costará muy caro.
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