el oasis catalán
Conflicto
Al nacionalismo catalán, el conflicto con el PSOE le reporta beneficios. Al socialismo catalán, el conflicto entre Junts y ERC le genera beneficios. De conflicto en conflicto hasta las próximas elecciones. Antes o después
Artículos de Miquel Porta Perales en ABC

El nacionalismo catalán y el socialismo viven del conflicto. Vayamos por partes. Junts –especialmente Carles Puigdemont- vive del conflicto con el PSOE y ERC. Si Junts da el visto bueno ahora a los Presupuestos Generales del Estado, se acabó la fiesta para el partido y ... para su caudillo. Para el partido, porque Pedro Sánchez obtendría lo que necesita para resistir y punto. Para el caudillo, porque el chantaje político en pro de la aceleración de la amnistía no quitaría el sueño a un Pedro Sánchez que solo le importa el mantenimiento del poder, aunque pierda todas las votaciones –ya está acostumbrado- en el Congreso y el Senado. En definitiva, Junts –que pacta con el partido del artículo 155: ¡qué escándalo y qué vergüenza!- estaría desarmado/derrotado y Carles Puigdemont se quedaría en Bruselas sin amnistía y sin la presidencia de la Generalitat. Mientras tanto, Pedro Sánchez y Salvador Illa habrían ganado la partida y seguirían siendo los presidentes en sus correspondientes demarcaciones.
La confabulación presupuestaria de Junts con el PSOE –de producirse- abriría las puertas a unas críticas que tildarían a los convergentes de colaboracionistas. Crítica que probablemente se multiplicaría por dos cuando se descubriera que el concierto sanchista tiene mucho que desear, que la Unión Europea no acepta el catalán como lengua oficial y que la desclasificación de documentos tiene su límite. En definitiva, el pacto entre Junts y el PSOE supondría la victoria del socialismo. Por eso, Junts juega con dos cartas: poner en apuros al PSOE hasta el límite -hay que sacar tajada-, pero sin ir más allá, porque unas elecciones generales podrían dar el poder al PP; radicalizar el discurso con el propósito de pescar en los caladeros de los desencantados de ERC. A la larga, Junts jugará con otra carta: proponer la unidad independentista para absorber lo que quede de ERC.
Por su parte, ERC –al que Junts otorga el papel del manso del sainete y ha etiquetado como partido de barra de bar: una manera de fomentar el conflicto con los republicanos-, a pesar de estar abierta en canal, se ha sumado al conflicto reivindicando sus pactos con los socialistas. ERC pedirá más si Junts pide más.
Al nacionalismo catalán, el conflicto con el PSOE le reporta beneficios. Al socialismo catalán, el conflicto entre Junts y ERC le genera beneficios. De conflicto en conflicto hasta las próximas elecciones. Antes o después.
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