Los médicos no temen por la vida de Pujol pero no descartan posibles secuelas neurológicas

Albert Lleó, director de neurología del Hospital de Sant Pau de Barcelona, ha adelantado que en las próximas horas se someterá al expresidente a una nueva prueba de imagen a través de un TAC para conocer su evolución tras la intervención. Esta mañana, tras pasar la noche estable, el expresidente ha recibido la visita de su familia.

Según han explicado los médicos, y añadieron fuentes de su entorno, fue el propio Pujol el que sobre las once de la mañana dio el aviso de que se encontraba mal cuando estaba leyendo en su despacho y percibió que no comprendía la lectura. Avisó de inmediato a uno de sus hijos, pero ya con el habla afectada.

Fue cuando se decidió su traslado al Hospital de Barcelona, donde tras realizarse varias pruebas se confirmó que había sufrido un ictus. Fue trasladado al Hospital de Sant Pau sobre las 17 horas, donde tras practicársele nuevas pruebas de diagnóstico, y atendiendo que no habían transcurrido ocho horas de la detección del ictus, se decidió intervenir a Pujol tras consensuarlo con la familia.

La operación se realizó por vía endoscópica a través de la femoral, pudiendo de manera satisfactoria desobstruir la arteria, pudiendo extraer de manera mecánica el trombo, observando que se recuperaba la circulación.

El equipo médico ha reconocido que no es habitual realizar intervenciones de este tipo en pacientes de edad tan avanzada, pero que la decisión de intervenir se produce más allá de las consideraciones de edad, teniendo en cuenta el estado físico y mental del paciente. «Pesa más la edad biológica que la edad cronológica«, han precisado, recordando que de manera reciente en el mismo Hospital de Sant Pau se intervino a un paciente de 96 años con un cuadro similar.

Ante de las explicaciones del equipo médico, fue el facultativo que trata habitualmente al expresidente, Jaume Padrós, quien explicó que le había bisitado por la mañana y que Pujol estaba despierto, hablaba y conocíatras ser intervenido.

«Ha pasado una buena noche, el procedimiento ha sido un éxito», ha aseverado en una entrevista en Rac1 recogida por Ep, en la que, como sus médicos apuntaron después, pidió mucha prudencia para ver cómo evoluciona su estado de salud en las próximas horas.

Padrós destacó que la intervención «no está ausente de riesgo y no todos se pueden beneficiar» y que, a pesar de eso, se consideró que las condiciones físicas y psíquicas permitían hacerla. Ha insistido en que es una «situación de fragilidad y de riesgo» y que es -textualmente- grave, no solo desde el punto de vista de supervivencia sino también por el trance que supone a nivel psicológico.

Al ser preguntado por si Pujol se podría recuperar completamente, ha respondido: «Esperemos que sí. Por eso se ha hecho» y ha insistido en que el sistema sanitario catalán es extraordinario.