Despido nulo por vulneración del derecho al honor, la intimidad y a la propia imagen. Así lo considera la titular del Juzgado de lo Social 4 de Barcelona, que da la razón a una camarera que se negó a trabajar en sujetador, culotte y ... medias, por lo que, tras concederle vacaciones, sus jefes rescindieron su contrato.
Fue en febrero de 2020 cuando la mujer suscribió el acuerdo con la mercantil Alemanproduct S. L. para trabajar como ayudante de camarera. Trasladó a sus responsables que no realizaría su labor en ropa interior, aunque «accedió a hacerlo puntualmente», lo que provocó «que se viera involucrada en una situación embarazosa con un cliente del bar» de 'striptease' Dollhouse de Barcelona.
Un año y medio después, la empresa impuso a la mujer una amonestación por escrito al negarse a usar el atuendo que aceptó por contrato, pero ella repitió que no lo haría. Fue así como acabaron prescindiendo de ella.
Por este motivo, la magistrada ha condenado a la empresa, no solo a readmitir a la trabajadora, sino también a indemnizarla con 6.251 euros por los daños morales causados.
Contra el fallo, fechado el pasado 21 de diciembre y consultado por ABC, cabe interpone recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
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