Juan Manuel Sevillano: «El museo Carmen Thyssen no será una sucursal de Madrid»
El director de Stoneweg Places & Experiences elogia en el Círculo del Liceo las aportaciones culturales de la sociedad civil
Barcelona tendrá finalmente su museo Carmen Thyssen en el antiguo cine Comedia
«Barcelona es una ciudad mediterránea que tiene las narices en el siglo XXI de construir una catedral de piedra. Somos capaces de tocar la fibra cultural del mundo, pero no de valorar lo que tenemos», afirma Juan Manuel Sevillano en el Círculo del ... Liceo. Con más de tres décadas de experiencia en el mecenazgo cultural, Sevillano pasó de la Fundación Dalí a impulsar desde Stoneweg Places & Experiences proyectos como el Hermitage Barcelona, la Fábrica Godó i Trías de Hospitalet, el Palau Martorell, la America's Cup Experience y ahora el Museo Carmen Thyssen de Barcelona.
En la Fundación Dalí constató hasta donde puede llegar la proyección internacional de un proyecto cultural desde una puqueña ciudad como Figueras. La cultura es una marca que abre muchas puertas: «Hay que volver al centro de la sociedad donde el sector público y el privado tracen complicidades como una Ley de Mecenazgo como Dios manda», explica. La iniciativa privada va a ser cada vez más necesaria en una época en que el dinero público debe priorizar las escuelas, hospitales y pensiones: «Apoyar a un artista no es caridad, sino una inversión estratégica», declara.
Esa es la función de Stoneweg, empresa fundada hace ocho años por barceloneses como Jaume Sabater: «El capital se dedica a invertir en proyectos culturales, no en cualquier cosa ni buscando un pelotazo», detalla Sevillano. Una andadura que comienza con pequeños proyectos como el Palau Martorell dedicado a exposiciones itinerantes, prosigue con la American's Cup y el hub cultural en la fábrica Godó i Trias: «La plaza Europa de Hospitalet es el centro geográfico de la Barcelona metropolitana que queremos consolidar», acota Sevillano.
La culminación, tras los sinsabores del nonato Hermitage, es el Museo Carmen Thyssen en el palacete del Comedia del Paseo de Gracia. Esta infraestructura de alto valor patrimonial no será solamente un lugar donde se cuelgan cuadros, sino el portal del Ensanche «para entender la Barcelona modernista que hoy nos enamora», apunta Sevillano.
El museo, que se abrirá de aquí a tres años, se ha proyectado en tres ámbitos. En el primero, la colección de arte catalán de Carmen Cervera, «una barcelonesa que ha conquistado el mundo como una de las grandes coleccionistas internacionales», subraya Sevillano. Exposiciones que buscarán la complicidad del MNAC y de particulares complementadas con muestras de vestidos diseñados por los grandes modistas de París, joyas y fotografías de una vida volcada en el mecenazgo. El segundo espacio se dedicará al arte contemporáneo y al papel de Barcelona como inspiradora; por ejemplo, el rascacielos que Gaudí proyectó en Manhattan. El tercero será polivalente: tecnología, eventos, culturas alternativas… Sobre la relación con el Thyssen de Madrid el director de Stoneweg admite que habrá intercambio de obras aunque ambos museos tengan estrategias diferentes: «El Carmen Thyssen de Barcelona no es una franquicia ni una sucursal», puntualiza.
A diferencia del anterior gobierno municipal de Colau que vetó el Hermitage, el actual ayuntamiento ha mostrado un apoyo inequívoco a la Cultura: «El alcalde Collboni y Xavier Marcé «han hecho suyo el proyecto del museo», celebra Sevillano.