LETRAS EXPECTATIVAS
Lenguaje edadista
Como consecuencia de la percepción de una negativa aportación social, lo primero que se hace es excluir a los mayores del entorno laboral
El interés por el tipo (20/06/2023)
Nueva Zelanda juega en casa (29/05/2023)
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónSocialmente, la discriminación más extendida, la más corriente y universal y que todavía no está sancionada por ley, tiene su origen en razones de edad. Persiste la visión económica y administrativa de la escuela maquinista de Frederic Taylor que desarrolló el 'fordismo' como sistema ... de producción, una visión que condena a la denominada Tercera Edad a la improductividad, a ser clases pasivas, lo que deriva en una gestión pública de ese colectivo casi exclusivamente asistencial. «¿Podemos seguir pensando y viviendo la vejez como lo hacíamos a finales del siglo XX, máxime cuando la esperanza de vida se alarga?
Esa discriminación por razones de edad se denomina edadismo, vocablo que ya recoge la Real Academia Española y que, lejos de reducirse a una minoría, afecta a una creciente mayoría y su práctica discriminatoria tiene ya tintes de pandemia que invisibiliza al colectivo de las personas mayores, porque se da por hecho que poco o nada tienen que aportar. Como consecuencia de la percepción de una negativa aportación social, lo primero que se hace es excluir a los mayores del entorno laboral. Como se considera que nada se puede hacer por estas personas, la relación social se limita a cuidados o tratamientos asistenciales sin tener en cuenta que las actitudes negativas sobre la vejez limitan la vida, porque no se les ofrecen las mismas oportunidades que a los demás.
La práctica edadista se extiende como reguero de pólvora a través de un uso inadecuado del lenguaje, que es lo que configura los límites de nuestro mundo y de nuestras relaciones, como dejó escrito Ludwig Wittgenstein. Para evitar reproducir las malas prácticas de utilización del lenguaje discriminatorio hacia los mayores, la Fundación «la Caixa» ha publicado un glosario participativo para concienciar y evitar precisamente ese lenguaje edadista que suele manifestarse a través de la infantilización de las personas mayores (abuelito, viejito, son como niños); la despersonalización (los mayores, los jubilados) y la deshumanización (carca, trasto, dinosaurio, momia).
El glosario destaca un total de 45 palabras y expresiones más representativas de las 300 recogidas, y es el resultado de un proceso de recopilación y selección de palabras y expresiones edadistas facilitadas por participantes en diferentes iniciativas del Programa de Personas mayores de la Fundación »la Caixa» llevadas a cabo en toda España.
En el prólogo, la escritora y académica de la Real Academia Española Soledad Puértolas, destaca que la nuestra es una sociedad envejecida, «lo escuchamos, lo leemos, cientos de veces». Eso quiere decir, en la práctica, que el grupo de personas de edad avanzada —superior a los sesenta años— es cada vez más numeroso y seguirá creciendo conforme se amplíe la esperanza de vida y los 'baby boomers' vayan cumpliendo años. Dentro de ese grupo de personas, son mayoría los individuos que no se encuentran vinculados a la sociedad mediante un puesto de trabajo. Jubilados, ociosos, dependientes, ancianos. Pero las características y matices de cada una de las personas que componen este amplio grupo son muchas y diversas, porque no es un grupo de personas homogéneas.
A la hora de dirigirnos a las personas mayores, el glosario de la Fundación «la Caixa» recomienda buscar el lenguaje apropiado, un lenguaje que transmita el respeto y el afecto que sentimos, además de evitar aquellas palabras y expresiones que pasan por alto la cualidad individual y, por comodidad, pero con una profunda injusticia, nos remiten al grupo, a un conjunto indiferenciado de personas de historias y circunstancias muy diversas que solo comparten ese rasgo: haber sobrepasado cierta edad.
La infantilización provoca que las personas más jóvenes mantengan una posición de poder frente a las personas mayores a la hora de interactuar con ellas o responderles, y las traten como si fueran niños, con entonaciones exageradas, tono de voz elevado o uso de registros sencillos. En este bloque de edadismo se incluye el uso generalizado de diminutivos en los nombres de la persona o llamarles directamente viejito o abuelito, además de emplear posesivos tales como «nuestros mayores, nuestros abuelos».
La despersonalización consiste en no tener en cuenta la singularidad de cada persona mayor, sus necesidades y preferencias, y tratarlas a todas de manera homogénea. Palabras edadistas que despersonalizan serían los jubilados, los pensionistas, los viejos, los abuelos… Y en cuanto a la deshumanización se produce cuando se pierde la empatía en el trato con las personas mayores, no se potencia su autonomía, no se respeta su privacidad o no se permite su participación en la toma de decisiones. En este caso, palabras edadistas serían algunas como carca, dinosaurio, trasto o momia.
Palabras y expresiones como las descritas suelen ser pronunciadas desde una posición de superioridad y con un evidente simplismo. Soledad Puértolas concluye en su prólogo que las recomendaciones del glosario se dirigen «a los jóvenes y a los adultos que se asoman a la madurez y que un día serán ancianos, viejos, abuelos». Y se pregunta la escritora: «¿Cómo desearán ser tratados?» Y concluye: «En la lengua queda impresa la huella de nuestros valores. La experiencia nos dice que debemos someter los valores a una revisión continua, porque en el continuo movimiento de la vida se nos pasan algunas cosas por alto. Las sociedades cambian y se enfrentan continuamente a nuevos retos. Aparecen nuevos problemas a los que hay que prestar atención. El envejecimiento de la sociedad no debe llevar a una degradación del trato que los seres humanos se dan unos a otros. Como sociedad, estamos obligados a defender, en toda ocasión, la dignidad del individuo humano. Como individuos, como personas, también tenemos ese compromiso. Es, precisamente, lo que nos identifica como tales».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete