Jordi Cañas: «Vázquez no tenía el mandato de diluir CS en el PP, CS no es del secretario general»

—Carlos Carrizosa dijo, hace unos días en ABC, que el motivo por el que no se llegó a un acuerdo fue que el PP quería la absorción de CS.

—La decisión del PP no fue la de sumar ni de construir una alternativa. El PP quería que CS se disolviese.

—¿Qué papel jugó Adrián Vázquez?

—Adrián Vázquez tenía un mandato de la Ejecutiva y del Comité Nacional para llegar a un acuerdo. En principio, era para las elecciones europeas, pero con la voluntad de construir un acuerdo de ciclo electoral. Porque CS es clave y un partido de fiar que responde a las necesidades de los ciudadanos, que nunca traiciona a sus votantes. Lo hicimos en Madrid, en Castilla y León… Así pues, Vázquez tenía un mandato para construir esa alternativa. Empezando por Europa. Y hacerlo con el PP, juntos, pero no revueltos. La idea era que, tras el 9 de junio, los diputados del PP fueran al grupo popular europeo y los de CS, al grupo liberal. Con el PP hemos compartido objetivos comunes en defensa de lo común. Hay un ejemplo muy claro para entender la situación. Una tenaza necesita dos quijadas para apretar, una sola no es suficiente. Pero el adelanto electoral en Cataluña rompe este esquema. Y proponemos llevar la iniciativa, también, a las elecciones catalanas porque la suma, en este caso, multiplica. Porque Cataluña también necesita una alternativa diferente. Pero sin olvidar que existió un pacto del Majestic, entre el PP y CiU, que podría reeditarse en España a medio plazo. Por eso, CS sigue siendo imprescindible, porque no antepone sus intereses partidistas. No podemos volver al año 2003. Una vez más, nos enfrentamos a unas elecciones autonómicas donde lo que hay que hacer es seguir defendiendo la Cataluña real.

—Le he preguntado por Vázquez. ¿Este tenía un mandato para diluir CS en el PP?

—No. Vázquez tenía el mandato de negociar la suma de fuerzas políticas desde la voluntad de construir una alternativa que tuviese como objetivo, a corto y medio plazo, crear una alternativa de gobierno a nivel nacional sin que estuviera condicionada por los extremos, por Vox, y para hacer reformas. Vázquez no tenía el mandato de diluir el partido, porque el partido no es de Adrián Vázquez, sino del conjunto de la ciudadanía: primero de los votantes, después y finalmente de los afiliados. El PP ofreció algo que CS no estaba negociando, que eran puestos en las listas. CS no es el PP. Los populares volverán a sacrificar a los ciudadanos de Cataluña. A Alejandro Fernández le harán lo mismo que a Alejo Vidal-Quadras. Para evitar esto, Ciudadanos tiene que ser una fuerza relevante y decisiva. ¿Alguien cree que un proyecto que tiene dieciocho años de historia, que nació contra todo, que solo recibía insultos, amenazas, agresiones, desprecio, que fue capaz de ganar unas elecciones en Cataluña, está en venta por tres asientos, por cinco, por diez… ? CS no dijo 'no' a nada porque nunca tuvo encima de la mesa una propuesta en los órganos de gobierno. Esto es un partido, no es el vehículo de nadie, ni la plataforma electoral de nadie, ni son las 30 monedas de plata de nadie. Es un partido político donde las decisiones las toman los órganos de gobierno y la propuesta del PP de disolverse no se llegó a proponer, porque no querían que se conociera que su única propuesta era esa.

—¿Por qué no se ha presentado a las primarias para las catalanas?

—Porque creo que cuando un partido tiene un militante que ha demostrado que ha hecho un gran trabajo político en Cataluña, no solo ahora, sino también en los momentos difíciles, se merece ir de candidato. ¿Dónde estaban en 2010, 2014 o 2017 los que ahora van dando lecciones de cómo enfrentarse al nacionalismo? Carrizosa ha demostrado lealtad al proyecto y que está cuando se le necesita. Es el mejor candidato. Entre otras razones porque no se le ha nombrado desde Madrid, sino que han sido los afiliados catalanes.

—¿Participará en la campaña?

—Claro, activísimamente, porque esta es mi campaña también. Una parte de mi compromiso político lo desarrollé en Cataluña y cuando hago política europea tengo un retrovisor permanente con lo que pasa en la comunidad.

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—¿Se presentará para las elecciones europeas del 9 de junio?

—Tenemos que ver cómo queda el escenario político, porque en pocos días hemos afrontado dos elementos disruptivos: el adelanto electoral en Cataluña y la espantada del secretario general. Tendremos que armar una candidatura para las europeas que explique a los españoles lo que ya saben: que hemos sido la mejor delegación española en Bruselas desde 2014. Somos los que hemos defendido, siempre, los intereses de los españoles, de los agricultores, de la industria, los exportadores, los sectores productivos, las asociaciones civiles… La presencia de CS en Europa ha sido clave para romper la dinámica de que al PSOE y al PP solo les importa lo que pasa en el Madrid político. También en Europa los nacionalistas camparon a sus anchas. Fíjese qué paradoja: hace unos días ERC, Bildu y BNG anunciaron que se presentan juntos, pero manteniendo su identidad, juntos, pero no revueltos. ¿Por qué? Porque comparten objetivo: utilizar Europa para destruir España. No hay nadie que quiera más que CS no exista que los partidos independentistas. Pero nos han dado tantas veces por muertos, que le digo una cosa: no solo no vamos a desaparecer, sino que vamos a crecer. Somos un seguro. No defraudamos al votante. No le traicionamos. Queremos pasar página, pero no para ir atrás.