Investigados tres mossos por el joven que perdió un testículo tras el impacto de una bala de foam
El Juzgado de Instrucción 12 de Barcelona cita a declarar a los escopeteros tras la querella que presentó la entidad Irídia
Denuncian la pérdida de un testículo por el impacto de un proyectil de los Mossos durante las cargas del 21-D
Barcelona
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Iniciar sesiónTres escopeteros de los Mossos d'Esquadra declararán como imputados el próximo lunes, 19 de septiembre, por la intervención que causó la pérdida de un testículo al joven que recibió el impacto de un proyectil de foam, durante la protesta contra el ... Consejo de Ministros que se celebró en Barcelona, a finales de 2018.
La defensa del herido, que ejerce la entidad Irídia, presentó una querella contra los agentes por un delito de lesiones con agravante de abuso de superioridad, al considerar que, pese a que el disparo se efectuó de cintura hacia abajo, tal y como fija el protocolo, no se dieron las circunstancias para éste, porque el manifestante no puso en riesgo la vida o la integridad física ni de los uniformados ni de terceras personas.
Fue el 21 de diciembre de 2021, cuando el Ejecutivo de Pedro Sánchez se reunió en Barcelona y se produjo una protesta de repulsa en los alrededores de la Llotja de Mar. Según la acusación, minutos antes de las dos de la tarde, cuando el joven enfilaba la calle Fusteria junto a tres amigos, «sin escuchar ningún aviso previo por parte de los agentes», escuchó lo que pareció un disparo de foam.
Algunos manifestantes comenzaron a dispersarse y fue entonces cuando recibió el impacto de otro proyectil. A consecuencia de éste, fue intervenido y sufrió la amputación de su testículo derecho. La querella, consultada por ABC, indica que, en aquel momento, los concentrados se encontraban «muy lejos» del cordón policial y no representaban ningún riesgo que justificase la ejecución del disparo.
Recuerda así Irídia que las lanzadoras de foam son armas de precisión para intentar dispersar altercados, mientras que en este caso se habría efectuado el disparo contra personas en actitud pacífica. Por este motivo, el juez ha citado como investigados a los tres escopeteros que, tal y como muestran las imágenes que presentó como prueba la acusación, se encontraban en la zona del suceso en aquella fecha.
En un comunicado, la entidad ha reprochado que o bien un mosso disparó contra el chico sin ningún motivo, incumpliendo el protocolo de uso del arma, o que bien el impacto no fue intencionado, lo que supondría confirmar que el foam no es un proyectil de precisión, tal y como se ha defendido hasta la fecha.
«Una vez más, constatamos que los proyectiles de foam son muy lesivos, y que los mecanismos de control y trazabilidad no funcionan en estos casos. Es muy difícil poder identificar al autor del disparo, impidiendo así la rendición de cuentas», censura Irídia.
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