Illa trata de recuperar presencia en Europa y presiona con el catalán

La foto buscada, en el marco de una apretada agenda de dos días en la capital belga, se produjo hoy entre Salvador Illa y la presidenta del Europarlamento, Roberta Metsola, un encuentro en el que abordó la presencia del catalán en la cámara y que simbolizaba en cierto modo el regreso de Cataluña a Bruselas. La reunión con la presidenta de la comisión, Ursula von der Leyen, una de las misiones que, según fuentes conocedoras, Illa encomendó a su consejero de Exteriores, Jaume Duch, al ser nombrado se deja para más adelante.

La visita de dos días de Illa trata en cualquier caso de encarrilar lo que desde el Govern se ha bautizado como Plan Bruselas, una estrategia con la que se quiere ganar influencia en los espacios de decisión del Consejo de la Unión Europa, la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Comité de las Regiones, ante cuyo pleno ha intervinido Illa: «Después de unos años de presencia pasiva o limitada, Cataluña quiere volver a implicarse al máximo y a fondo en hacer aportaciones positivas para llevar adelante la construcción europea desde el Comité de las Regiones», ha destacado en su intervención en el pleno. El citado Plan Bruselas, que fija como ámbitos estratégicos la vivienda, la política agraria común, el marco financiero 2028-2034 y la plena oficialidad del catalán, fue aprobado en la reunión del gobierno catalán del pasado martes, y quiere ser una suerte de punto y aparte tras la citada década de ostracismo, recuperando la presencia y voluntad de influir que caracterizó los ejecutivos de Jordi Pujol y Pasqual Maragall.

Como en otros campos, el proceder del gobierno Illa bascula entre los compromisos que adquirió en su pacto de investidura con ERC y su deseo de conducir de nuevo a Cataluña por el camino de la centralidad y la normalidad institucional. Así, por ejemplo, el pacto con ERC obliga a «consolidar y ampliar la red de delegaciones actual», 21 embajadas que, sin embargo, no hay planes por ahora de que vayan a ser más. La red se reparte entre Europa (11), Amèrica (5), África (3) y Asia (2).

Desde el nuevo ejecutivo de Illa siempre se ha recordado que ningún punto del acuerdo con ERC enmienda una estrategia exterior que, insiten, se hará con lealtad al Estado y a la Constitución. Sin ir más lejos, esta misma semana Illa cesaba a dos «embajadores» de perfil «indepe» después de que con anterioridad ya hubiese depurado a otros representantes. Un ejemplo del giro que se quiere dar a los 'foreign affairs' catalanes es precisamente el nombramiento de Ester Borràs como nueva delegada ante la Unión Europea, con un perfil, tras una dilatada trayectoria diplomática al servicio de España, que soliviantó al independentismo. La pretensión, acabar con la función de las embajadas como altavoz secesionista que marcó la anterior etapa.

Uno de los puntos más sensibles del acuerdo con ERC alude a la obligación de culminar «la creación del Cuerpo de Acción Exterior» de Cataluña, para el que «se establecerá un plan de implementación de sus funcionarios y funcionarias en todos los departamentos». Así, Cataluña contará con una suerte de «cuerpo diplomático» propio, algo que desde la Generalitat se insiste que también se hará con lealtad a la Constitución.

Noticia Relacionada

Puigdemont, contra Illa por no querer verle: «No es que no toque, es que no quiere»

À. Gubern

Aunque el acuerdo con ERC no alude en concreto a la presencia y uso del catalán en Europa, sí que se ha fijado por parte de Illa como uno de los asuntos prioritarios, y así se lo transmitió a la presidenta de la Eurocámara. Según Illa, aunque sin mayores concreciones, Metsola se mostró receptiva. «Salgo convencido, porque lo he visto, porque lo he podido hablar con la presidenta Metsola, de que se está haciendo un análisis riguroso, serio. Hay una voluntad de abordarlo con su plenitud», explicó el presidente catalán tras su encuentro con la italiana.

«Le he explicado la situación en Cataluña. Le he explicado por qué esto es importante para nosotros y tengo que decir que he visto y he agradecido una actitud muy seria y muy respetuosa de abordar con profundidad este tema», añadió Illa, que, sin embargo, no pudo aportar más concreciones, estando como está el asunto ahora mismo en manos del grupo de trabajo de Lengua de los Ciudadanos y Servicios Lingüísticos. Este grupo, por encargo de Metsola, debe estudiar el coste e implicaciones logísticas y legales del uso del catalán en la Eurocámara tras la petición al respecto hecha por el Gobierno de España. Desde el Govern se confía que, en el plazo de un año, pueda hablarse catalán en la cámara.