tribuna abierta
La letrina de Rahola
las fugas de Rahola son la quintaesencia de esa galopante decadencia que la hegemonía nacionalista inflige a Cataluña de forma inmisericorde.
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Iniciar sesiónLa semana pasada viví en el plató de una televisión privada catalana un episodio grotesco que se adivina inconcebible en ningún otro lugar no ya de España, sino del mundo democrático occidental.
Fue en el programa 'El Pentàgon' de la cadena privada 8TV. Me entrevistaba ... el rampante Vicent Sanchis, en mi condición de portavoz de Ciudadanos en el Parlamento catalán. Tras las preguntas del presentador, llegó el momento de las preguntas de los tertulianos. La primera de ellas debía formularla la atrabiliaria Pilar Rahola, que en la penúltima ocasión que coincidimos -hace justo diez años- abandonó a la carrera el plató, bolso en ristre y profiriendo insultos e imprecaciones por doquier.
Su primera espantada ya me pareció esperpéntica, pero esta última me ha parecido sencillamente lamentable y, por desgracia, ilustrativa del grado de putrefacción moral e intelectual que ha alcanzado el debate público en Cataluña. En esta ocasión Rahola aprovechó su turno de pregunta para echar pestes sobre Ciudadanos y sobre mí. Cuando hubo acabado su declamación, Sanchis me dio la palabra y, a pesar de los insultos de Rahola, quise empezar mi intervención agradeciéndole que en esta ocasión no saliera corriendo tras insultarme, pero en cuanto acabé la frase Rahola se levantó de su asiento como un resorte y, alegando una imperiosa necesidad de ir al váter (sic), volvió a poner pies en polvorosa.
Parece mentira que una mujer ya talluda considere procedente montar semejante espectáculo y, lo que es peor, resulta descorazonador que haya tanta gente en Cataluña que lo considere admisible y aun plausible. No en vano Rahola ha sido durante los ominosos años del Procés la voz más ubicua en los medios públicos y «concertados» de Cataluña.
No me imagino a ningún analista de ningún programa de televisión de ámbito nacional (o autonómico no catalán) abandonando un plató de televisión aduciendo una acuciante necesidad de evacuar para no escuchar la respuesta de un portavoz parlamentario a su pregunta. Por desgracia, como dice un buen amigo abogado, en Cataluña hemos desarrollado una tolerancia al patetismo sin parangón en nuestro entorno democrático, y las fugas de Rahola son la quintaesencia de esa galopante decadencia que la hegemonía nacionalista inflige a Cataluña de forma inmisericorde.
Nacho Martín Blanco es portavoz de Ciudadanos en el Parlamento de Cataluña
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