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juicio al conductor que mató a una menor en gurb

«Iba como un kamikaze, yo pitaba, le tiré cosas, pero no se inmutaba»

M. T. se enfrenta a 13 años de cárcel por circular contradirección y causar un siniestro con una joven fallecida y tres heridos

«¿La vida de mi hijo vale menos que un contenedor quemado?»

Uno de los testigos, durante el juicio al kamikaze de Gurb ABC
Elena Burés

Elena Burés

Barcelona

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Aquel 4 de marzo, de madrugada, Alfons fue a recoger a su hija Meritxell; a Neida, prima de esta, y una amiga de ambas, Jennifer. Las jóvenes habían salido de fiesta y él fue a buscarlas para volver a casa. Circulaban en un Jaguar por ... la C-17 entre Gurb y Torelló (Barcelona) cuando otro vehículo, un Peugeot 5008, impactó contra ellos. «Cuando bajé del coche pensé que me había escapado de la muerte», ha apuntado el padre, durante el juicio contra el individuo que se estampó contra ellos. Su hija, que tenía 17 años, murió a consecuencia del impacto. El resto de ocupantes del vehículo pasaron varios días en la UCI, y, en dos de los casos, más de un año de rehabilitación hasta recuperarse. Todavía hoy tienen secuelas, también psicológicas. El individuo que causó el siniestro circuló durante más de 12 kilómetros en dirección contraria. Fueron otros conductores los que alertaron a Emergencias tras divisarlo. Uno de ellos, en su declaración como testigo este lunes, ha relatado: «Yo pitaba, pitaba y pitaba, pero no se inmutaba. Iba como un kamikaze. Y decidí grabarlo. Me puse a su altura, en tramos iba a 140 o 150 km/h. Le tiré cosas por la ventanilla y llamé a la Policía. Dije que había un vehículo en dirección contraria, sentido Barcelona. Dos patrullas intentaron pararlo», pero M. T. no se detuvo, pese a que los Mossos le dieron el alto.

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