Fusiles, una ametralladora, granadas, espoletas, vainas, proyectiles antitanque, proyectiles de artillería, entre otros, que la Policía cree que procedían de la Guerra Civil, así como otro armamento que el sujeto modificaba para habilitarlas. Es decir, dejarlas operativas.
Las pesquisas arrancaron el pasado 7 de febrero, con el herido de bala. Poco después, agentes de la División de Investigación Criminal (DIC) detenían a sus tres presuntos agresores, de entre 24 y 41 años. Los localizaron en Reus (Tarragona). Gracias al arresto consiguieron «información muy valiosa»: cómo localizar a quién les había suministrado el arma.
Fue así como el pasado 1 de julio, los Mossos detuvieron a un individuo de 47 años, que «participaba activamente con transacciones de armas de fuego real y munición». Contaban con un arsenal en su domicilio de Miami Playa y también se dedicaba a repararlas. Fueron agentes del Tedax quienes participaron en la entrada y registro ante el posible riesgo al manipularlas.
Ya que entre el arsenal había también proyectiles de artillería de la Guerra Civil, es decir, armas de guerra. Disponer de este tipo de material, recuerdan desde el Cuerpo, es extremadamente peligroso puesto que en caso de explotar, conllevaría graves consecuencias.
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