Grupo Confitería recupera para el Born el legado del centenario Mundial Bar
El nuevo local mantiene la propuesta culinaria y estética de siempre a precios populares, basada en tapas y platos de pescado y marisco
Muy Buenas, centenario bar de comidas modernista con una segunda vida de éxito
Barcelona
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Iniciar sesiónRecuperar el legado es hablar de futuro, porque rescatar lo que viene de antiguo no es mirar atrás, sino garantizar nuestras raíces en Barcelona, donde se replican por doquier los locales de cadenas internacionales que se pueden encontrar en cualquier otra ciudad del mundo. Esto ... es lo que ha hecho, de nuevo, Grupo Confitería al reabrir el Mundial Bar, que fue inaugurado en 1925 pero que cerró. Y como en el resto de establecimientos que ha recuperado esta empresa de arqueólogos culinarios, mantiene la estética y la propuesta gastronómica tradicional a precios populares, con un tique medio de 25-30 euros basado en tapas y platillos de pescado y marisco.
Lito Baldovinos y Enric Rebordosa son los artífices del rescate de hasta 26 locales en los que mantienen la singularidad del ocio en Barcelona gracias a recuperar el espíritu de un tiempo pasado que supone la custodia urbana, culinaria y de coctelerías cuyas propuestas suponen lo que al vino es el «terroir», es decir, el raíces, el territorio urbano, lo ancestral. La gastronomía es mucho más que la comida; es transversal en lo social y económico y se convierte en una herramienta para empujar, también a las ciudades porque permite recuperar sus esencias al dotar el poder de conectar a la gente en los escenarios de sus padres, abuelos e incluso bisabuelos.
La custodia del pasado no tiene que ver con la ortodoxia, va de apertura. En Grupo Confitería reivindican también el aspecto humano que permite que casi con cualquier cosa se puede hacer magia, creando espacios de camaradería en ambientes informales, casi familiares, donde se aprecia el compromiso y la ilusión. Aspectos que destacan en el trato de Mundial Bar, de la mano de Albert y el pizpireta Alex.
El viaje de Mundial Bar es lo actual que va a lo ancestral para recuperar sabores casi perdidos, porque los platillos degustados en su marco centenario saben diferente. Estamos perdiendo carácter barcelonés y el Grupo Confitería es el eslabón y motor cambio al mirar hacia atrás para recorrer su camino en la cultura culinaria, porque no solo es un bar de tapas, aquí hay raíces, cultura y tradición.
Un año de mucho movimiento
Para este singular grupo, este año ha sido de mucho movimiento, al abrir las puertas de una coctelería futurista única, Focacha, situada en la calle Tuset, que supone un regreso al futuro de la estética Bocaccio de la «gauche divine»; el mítico merendero popular de Montjuic, la Font del Gat, o Bonavista, la terraza situada en Sants. Y ahora con Mundial Bar recuperan la autenticidad del establecimiento y su vinculación con el barrio que lo convirtió en un espacio de encuentro para múltiples personalidades del mundo cultural y político, como el escritor y premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez; el dirigente del PSUC, Antonio Gutiérrez Díaz o el secretario general del PCE, Santiago Carrillo.
Miquel Tort Robiralta abrió las puertas del Mundial Bar en 1925 y pronto consiguió convertirlo en el centro neurálgico y social del Born. Rápidamente, el establecimiento acogió una peña de boxeo, deporte muy popular durante los años 30. Estas reuniones para hablar de combates, púgiles y realizar apuestas se prolongaron hasta bien entrados los años 60.
Lito Baldoninos, reconoce que a él y a su socio «nos flipa Barcelona, la Barcelona real, la ciudad con alma y carácter y por eso queremos preservar sus establecimientos, su historia y todos aquellos espacios que tienen alma y le dan carácter«. Baldovinos añade que «estar al frente de la reapertura del Mundial Bar, más que un honor, es una responsabilidad enorme, pero en el fondo, la caña es lo que nos gusta. Si no fuera así -añade-, nunca nos hubiéramos atrevido con el Mundial, porque tenemos muy claro que nunca volverá a ser lo que era, porque nunca podremos llegar a estar a la altura del trabajo de la familia Tort, que ha dejado un inmenso e inimitable legado».
Situado en la plaza Sant Agustí Vell, el Mundial Bar, además de respetar el espíritu de la oferta culinaria histórica, la empresa también ha tenido especial cuidado en mantener su arquitectura y diseño. De modo que una visita al establecimiento permite revivir las diferentes épocas por las que ha atravesado. Con el objetivo de respetar al máximo su estética original, mantiene a mano izquierda la barra de mármol presidencial seguida de estanterías llenas de botellas que evocan el aroma clásico de los bares de toda la vida. A la derecha, un mural de seis metros -reproducido fielmente imágenes de boxeo a partir de fotografías históricas- preside la sala con las mismas mesas de mármol y hierro de antaño.
Para acceder al fondo del local, debe atravesarse el pasillo central, convertido en homenaje vivo a la historia del bar con una colección de imágenes y cuadros de diferentes épocas. Por lo que respecta a la fachada, se ha instalado una réplica del cartel original de los años que sumada a la puerta metálica resume el espíritu del proyecto: un puente entre épocas que mantiene vivo el patrimonio cultural y gastronómico de Barcelona. Con Mundial Bar se confirma que lo bueno no viene necesariamente de lejos, está alrededor, en este caso al estrechar la relación con el Born. En definitiva, Grupo Confitería devuelve el orgullo a los establecimientos barceloneses de siempre.
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