Le Grands Buffets creará un complejo turístico y abandonará Narbona
El primer restaurante de Francia en facturación, al que acuden anualmente más de 50.000 españoles, necesita crecer y lo hará en la misma región de Occitania pero un poco más al norte
J.C. VALERO
Barcelona
El restaurante fundado por Jane y Louis Privat en 1989 en Narbona abandonará esta población gala para trasladarse un poco más al norte, pero en la misma región de Occitania en cuanto culmine el proyecto de construcción de un complejo turístico en el que, además ... de un nuevo y gigantesco establecimiento de Le Grands Buffets, habrá también un hotel. Hay tres ciudades candidatas, entre las que destaca Béziers. Durante los próximos dos o tres años que mediarán hasta la inauguración de la nueva sede, los 200 empleados del primer restaurante de Francia en términos de facturación (20 millones anuales) seguirán oficiando a diario en Narbona un pantagruélico festival gastronómico siguiendo la máxima de los Privat de ofrecer al gran público el lujo, la tradición culinaria francesa y los servicios de mesa más clásicos a precios populares (52 euros).
Unos mil comensales, a razón de 500 a mediodía y el resto en la cena, desfilan a diario por los salones del restaurante. En total son 363.000 personas de las que unas 50.000 son españolas, en su mayoría catalanes que viajan en coche o tren para autohomenajes o celebraciones. Tras la pandemia, Le Grands Buffets ha invertido 5 millones de euros para aumentar su oferta palaciega a precios populares con nuevos salones, como el Doré, y una heladería, Espace Glacier, refinados espacios decorados al estilo versallesco, con más de 18.000 hojas de oro.
El establecimiento mantiene su propio Guinness World Records al ofrecer la mayor colección de quesos en un mismo lugar, con un mínimo de 111 variedades diarias (hay quesos de temporadas), cuatro de ellos españoles (Manchegos de 4 y 12 meses, Tomme Catalane y Cabrales). Los quesos se exhiben en 30 metros de lineales, agrupados en varias selecciones y con sus respectivos letreritos con nombre, composición y un número del 1 al 10 para clasificarlo según su suavidad o fortaleza.
Además de la clásica 'rotisserie' donde se cocinan los platos al momento, el córner del mar, con su espectacular cascada de bogavantes y una selección de mariscos, con ostras y seis variedades de auténtico salmón noruego, entre otros, es una atracción para los comensales, que también disfrutan de las recetas tradicionales francesas, de los clásicos de la pastelería gala elaborados a diario por un maestro pastelero, presentados bajo la imponente presencia de una espectacular fuente de chocolate junto a un nuevo espacio recientemente inaugurado donde degustar los mejores helados.
Novedades gastronómicas y artísticas
Entre las novedades gastronómicas destacan el pato a la sangre, apreciado plato que se realiza ante el público respetando el ritual ancestral de los Maîtres Canardiers. La liebre a la Royale es otra de las joyas de la gastronomía francesa, inspirada en una receta del siglo XIX, así como el foie gras escalfado en su caldo de boletus. En cuanto a los vinos y champán, la oferta integra 70 referencias de los mejores del sur de Francia servidos en copa o botella, pero a precio de distribuidor.
En la decoración de cada salón destacan las obras de arte. La pausa de la pandemia ha servido para renovar completamente cada una de las salas y crear una galería única de piezas artísticas. Por ejemplo, tras la reapertura se ha inaugurado la sala Max Le Verrier con elegantes esculturas de este artista art déco cuya famosa pieza «Claridad», de casi 1,70 centímetros de alto, preside la estancia. Otra galería está dedicada al virtuosismo de Alain Bellanger, y también se muestra un mapa auténtico de la ruta del Canal du midi del siglo XVII o una escultura «bouquet» compuesta de cubiertos de plata, obra de la artista británica Ann Carrington.
Crisis ferroviaria hispano-francesa
Aunque muchos comensales de Les Grands Buffets viajan en vehículos particulares para recorrer los 252 kilómetros que median entre Barcelona y Narbona, la oferta del tren ha sido durante diez años ha sido una alternativa más cómoda, puesto que en solo dos horas se llega. Pero esa opción finalizará a partir del próximo 10 de diciembre, porque la compañía francesa SNCF ha roto las operaciones conjuntas que durante una década ha mantenido con su homóloga española Renfe y a partir del 11 de diciembre, los trenes españoles no podrán circular por las vías francesas.
España permitió a la francesa Ouigo, filial de SNCF, empezar a operar en nuestro país desde marzo del año pasado en competencia con Renfe en la línea de alta velocidad entre Barcelona y Madrid. Sin embargo, ahora las autoridades galas se niegan a homologar a los maquinistas españoles para que puedan operar el servicio internacional de Renfe a partir del 10 de diciembre, lo que impide cubrir la línea París Barcelona en favor de la compañía ferroviaria francesa, que sí puede explotarla en solitario.
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