Gonzalo Bernardos: «La banca española no remunera los depósitos porque la CNMC está en perpetuo fuera de juego»

Además de esta llamada de atención, el profesor cree que han sido «los emprendedores extranjeros los que han salvado las cuentas de la ciudad de Barcelona». A pesar de esta circunstancia, Bernardos ha explicado este sábado en el programa Converses de COPE Cataluña y Andorra que estos extranjeros «empiezan a ser personas muy mal vistas, porque tienen un poder adquisitivo alto y provocan que el precio de los pisos suba», a pesar de que «estos emprendedores son los creadores de las startup tecnológicas que han situado a Barcelona como la gran generadora del sur de Europa de este tipo de negocios y sin apoyo del Ayuntamiento».

Bernardos asegura que Barcelona tiene que ofrecer un muy buen entorno para los negocios y disponer de un plan con el máximo consenso político que dibuje cómo ha de ser la Barcelona del año 2040, sabiendo que «será una ciudad muy atractiva a nivel mundial, multicultural, internacional y con unos precios de la vivienda de compra o alquiler muy caros». «La otra opción es ser una ciudad provinciana», ha advertido. «Barcelona necesita ir todos a una y recuperar el consenso en los grandes temas de ciudad que es lo que piden los ciudadanos», ha asegurado.

Preguntado por el impacto de las supermanzanas en el precio de la vivienda, Bernardos ha afirmado que «si se hace una remodelación de algunas calles y las conviertes en peatonales, inmediatamente el precio de la vivienda sube entre un 10 y un 20 por ciento a los tres meses». En este sentido, el profesor de Economía de la UB considera que Barcelona debe tener al frente a una persona que tenga muy claro lo que necesita la ciudad, que lidere este cambio y que sitúe a Barcelona por encima de Madrid, porque «tiene las condiciones para estar por encima de la capital española». Para que esto suceda, Gonzalo Bernardos apunta que deben cambiar muchas cosas: «primero, que se considere a Barcelona como una gran ciudad del mundo y no como la capital de Cataluña, luego que se aparque el regionalismo y que se apueste por el mundialismo». «En Madrid todo está enfocado hacia la actividad económica, ya sea para aumentarla o para atraer nuevas inversiones; en Cataluña es al contrario», advierte. «A partir de aquí, la diferencia entre las dos ciudades es muy elevada» ha lamentado.

Respecto al futuro, señala que «cuando gobiernas una ciudad desde la perspectiva del integrismo y el negativismo en vez del pragmatismo se convierte en provinciana, y ese es el cambio que le debemos dar este domingo». Barcelona funciona, en opinión de Bernardos, «pese a los gestores del Ayuntamiento y de la Generalitat, a quienes no le importan nada la economía». En ese sentido, el profesor de Economía ha recordado que «Oriol Junqueras decía que había que parar Cataluña el tiempo necesario hasta que le dieran la independencia, mientras la alcaldesa estaba en contra Mobile y prácticamente de cualquier tema que generara economía, como el Hermitage», aunque en el mandato que ahora acaba «ha tenido el contrapeso de Collboni, que ha permitido salvar los muebles».

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En el ámbito económico el profesor aboga por «ir a un modelo en el que la intervención de las administraciones queda eliminada», porque «cada vez más las administraciones autonómicas y locales gastan más en el control de la sociedad y se dedican a dar muchas ayudas a diversas asociaciones para que no estén en contra y favorezcan sus votos, y eso es despilfarrar el dinero». Como ejemplo, Bernardos ha mostrado su preocupación porque en Cataluña en el año 2008 dedicaba el 34% del presupuesto a salud, mientras que este año está alrededor del 23%.

Sobre la protesta de los agricultores por los efectos de la sequía, Bernardos considera «esencial la soberanía alimentaria porque ha crecido mucho el precio de los alimentos, disparando la inflación y teniendo que importar productos de fuera».