Los fondos desalojan a los Rubiralta al frente de Celsa
Un juzgado mercantil da la razón a los acreedores y les permite hacerse con la propiedad del gigante industrial del acero
Celsa, visto para sentencia: propiedad y acreedores, a la espera de la decisión del juez
Celsa, choque de valoraciones para decidir el futuro del gigante del acero
Vía libre a los fondos de inversión para tomar el control del grupo Celsa. El Juzgado Mercantil 2 de Barcelona ha acordado la homologación del plan de reestructuración propuesto por los acreedores. El fallo, fechado este lunes, 4 de septiembre, les da así la ... razón y permite al grupo de inversores, que lideran Deutsche Bank, SVP y Cross Ocean, hacerse con la propiedad del gigante industrial del acero, desalojando a sus actuales propietarios, la familia Rubiralta. En una resolución, contra la que no cabe recurso, el magistrado señala que el citado plan «reúne todos los requisitos legales dado que el importe de la deuda es muy superior al valor de la compañía y que, con la propuesta de los acreedores, se asegura la viabilidad» del grupo.
La sentencia señala que «en una moderna economía competitiva, el mercado es y debe ser el único árbitro de la supervivencia económica». Así, reconoce a los acreedores la facultad de implementar el plan propuesto -que presentaron SVP Global, Deutschebank, Sculptor y Anchorage-, ya que «es la única alternativa viable a medio plazo para la totalidad» de Celsa. Eso sí, les advierte de que «deben cumplir estrictamente sus compromisos, preservando e incrementando el valor de la compañía, manteniendo su integridad, conservando los puestos de trabajo, y ello sin alterar los centros estratégicos de decisión que tanta relevancia tienen para la economía en su conjunto».
Celsa, gigante del acero con pies de barro
Un juzgado de Barcelona decide el futuro de la siderúrgica, cuyos acreedores pretende hacerse con el control
Cabe recordar que éste último fue el argumento esgrimido por los Rubiralta para tratar de impedir que los fondos tomasen el control del gigante siderúrgico. Así, apuntaron que, en caso de que los acreedores asumiesen el control del grupo, lo trocearían y venderían para recurar el dinero, advirtiendo, además, de la importante pérdida de empleo. Ahora el juez obliga a conservar no solo los puestos de trabajo, sino también la «integridad» de la compañía.
El juez obliga a los acreedores a mantener la integridad del Grupo Celsa y los puestos de trabajo
El fallo apunta también que «que esta nueva situación sea una buena noticia para todos dependerá del uso responsable de las extraordinarias facultades de decisión que se conceden a los acreedores, del cuidado y protección de todos los intereses en juego y de la preservación del valor empresarial y la continuidad de las compañías».
Con la salida de los Rubiralta de Celsa cambia de arriba a abajo uno de los grandes emblemas de la industria en Cataluña, aún en manos de la familia fundadora. Con presencia en España (en una quincena de provincias), Francia, Reino Unido, Dinamarca, Finlandia, Noruega, Polonia, Suecia e Irlanda, la compañía se dedica de manera principal a producir acero a partir del reciclaje de chatarra férrica, siendo el primer productor europeo de «acero circular» de bajas emisiones. Veinte centros de trabajo, siete acerías, doce trenes de laminación y 45 plantas de reciclaje, que ahora la sentencia obliga a preservar, igual que los diez mil empleos directos y otros 20.000 indirectos.
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