Ocurrió el 16 de octubre de 2019, dos días después de la publicación de la sentencia del 'procés'. En el centro de Barcelona, la concentración de protesta contra el fallo, convocada por los autodenominados Comités de Defensa de a República (CDR), desembocó en disturbios, ... con barricadas y contenedores en llamas. Sobre las 22:15, un joven, con la cara tapada con un casco y un pañuelo con una bandera estelada, lanzó un cohete pirotécnico contra el helicóptero de los Mossos d'Esquadra.
Lo hizo en tres ocasiones, desde las calles Gran Vía y Bruc. Aunque no llegó a alcanzar a la aeronave, ésta tuvo que abandonar la zona por el peligro que suponían las detonaciones. Una patrulla de la Policía catalana que presenció lo ocurrido trató de detener al sospechoso, que huyó a la carrera, hasta que uno de los agentes consiguió darle el alto pero, durante el forcejeo, otros individuos rodearon al uniformado y el hombre consiguió escapar.
Pocos días después, tras conseguir identificarlo por las imágenes de la concentración que culminó ante el Departamento de Interior, los Mossos lo detuvieron. Durante el registro de su domicilio, los agentes localizaron el casco y el pañuelo que llevaba cuando lanzó la pirotecnia.
Tras pasar a disposición judicial, F.L.G. quedó en libertad, acusado de desórdenes públicos y atentado contra la autoridad, en concurso con lesiones leves. Por estos delitos se sentará en el banquillo de la Audiencia de Barcelona el 7 de noviembre. La Fiscalía pide para él nueve años y medio de cárcel.
Sobre él pesan antecedentes por haber agredido a puñetazos a un policía durante una manifestación del sindicato Jusapol en la capital catalana en 2018.
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