Renfe abre una investigación por la expulsión de un grupo de escolares de un tren por molestar al resto de viajeros

La historia tuvo lugar el pasado lunes en un convoy que cubría el trayecto en Larga Dista entre Barcelona y León. El grupo, alumnos de 5º y 6º de Primaria de la Escola Vilademager de La Llacuna (Barcelona) y al que acompañaban dos profesores, fue apeado entre Palencia y León «ante las quejas de viajeros a lo largo del trayecto por el ruido y el comportamiento de los menores», explican desde la compañía en un comunicado emitido este miércoles al respecto. Fue decisión del interventor del tren, «haciendo uso de sus facultades», añaden.

En el registro de la incidencia, que puede ser clave y que recoge Ep, se apunta que los niños se bajan «por causar molestias e incomodar al resto de viajeros que se quejan reiteradamente de su actitud». El texto asegura que «se habla con los monitores para que reconduzcan su incívico comportamiento haciendo caso omiso de las reiteradas advertencias y avisos», y se hace constar que viajan sin la mascarilla.

Cuando salieron del tren incluso les estaba esperando la policía. Renfe habilitó un servicio por carretera para no dejar tirados a los escolares y garantizar su movilidad hasta su destino, aunque el vehículo, cuentan los padres, tardó tres horas a llegar. La compañía puntualiza que personal de seguridad, e incluso el propio subdelegado del Gobierno en Palencia, acompañaron a los menores mientras esperaban en la estación de Palencia al autocar.

«Es la primera vez que en un tren de Renfe se toma una medida de estas características, absolutamente excepcional», apuntan desde la compañía que espera aclarar qué sucedió con la investigación interna. Las familias afectadas y el propio centro, además, estudian ahora si poner una denuncia por el caso. Aunque no tiene nada que ver por el perfil de los viajeros implicados, el caso recuerda al conocido reciente de un grupo de jóvenes que han sido condenados por retrasar un tren cuando estaban de celebración de una despedida de soltero.

En el colegio, todavía se muestran incrédulos e indignados con la situación que vivieron sus alumnos. Los propios padres narran que el revisor únicamente les llamó la atención una sola vez. «Tuvieron un aviso, y al cabo de una hora y media, cuando llegaron a Palencia, los estaban esperando, sin que los profesores lo supieran», ha relatado en declaraciones a TV3 la madre de una de las alumnas, que asegura que los niños estaban jugando a juegos de mesa cuando les avisaron de que tenían que abandonar el convoy.

«Son niños de 10 y 11 años y no creo que hayan hecho nada tan grave como para tomar esta medida», ha remarcado otra madre, que añade que para sus hijos fue muy impactante encontrarse con la policía esperándolos.

La directora del centro, Alba Saumell, ha explicado también a la cadena pública catalana que le sorprende la «actitud desmedida» del interventor de hacerles bajar. «Nos sorprende porque conocemos a nuestros alumnos: ¿Qué han hecho para que les expulsen de un tren?», se pregunta.