Más espacios seguros y mejoras en la movilidad, el plan de gobierno para la Barcelona «que no duerme»
La comisionada de la noche, Carmen Zapata, desgrana las medidas que prevé implementar para compatibilizar el ocio nocturno y el descanso vecinal
Barcelona, primera ciudad española en nombrar a una 'alcaldesa de noche' para «compaginar» el ocio con el descanso vecinal
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«Barcelona es una ciudad que no duerme», por eso, el objetivo prioritario de la 'alcaldesa de noche', Carmen Zapata, es hacer compatible el ocio con el descanso vecinal. Entre las medidas para su gestión, que ha presentado este lunes por la tarde ... durante la primera reunión del Consejo de la Noche, poner el foco en la seguridad y en la movilidad. Son cuatro los distritos más tensionados y los que aglutinan la mayoría de locales nocturnos en la capital catalana. A la cabeza Ciutat Vella, seguido por el Eixample, Sarrià-Sant Gervasi y Sant Martí. «Una concentración que se puede diversificar a otras zonas de la ciudad, porque el gran flujo de personas tiene impacto sobre los residentes», ha apuntando.
La intención, además de potenciar la apertura de nuevos espacios que puedan acoger conciertos -sin llegar a las dimensiones de grandes salas-, es alargar el horario de equipamientos municipales, como polideportivos, para organizar actividades -desde torneos de 'gaming' o carreras nocturnas- que no tengan el alcohol como centro de la oferta de ocio. Todo ello, consensuado con los vecinos, y sin pretender que la ampliación de horarios -se baraja hasta la medianoche- se extienda al conjunto de Barcelona, sino que obedezca a las necesidades y peticiones de cada barrio.
La intención es ofrecer un ocio «alternativo», teniendo en cuenta que en el último informe sobre la soledad en Barcelona fueron muchos los jóvenes de entre 18 y 20 años, sin red social, que manifestaron esta sensación. Por lo que ampliar la apertura de centros municipales, con un uso razonable, podría suponer una medida efectiva, también para paliar la «apropiación no controlada» de algunos espacios, como plazas y parques.
En cuanto a la mejora de la seguridad, tras la pandemia ya se implementó el servicio de mediación nocturna. Especialistas con formación que intervienen por ejemplo, cuando detectan un posible caso de violencia machista, y preguntan a la víctima si quiere alertar a la Guardia Urbana o a Emergencias. También ante posibles discriminaciones por orientación sexual. Para ello, se coordinan con dueños y responsables de seguridad de los locales, y actúan en zonas de «alta concentración de actividad».
Por el momento son seis los mediadores que actúan en Barcelona, y la intención de Zapata es triplicarlos en los próximos meses. La capital catalana también cuenta con los denominados «itinerarios seguros», rutas entre determinados locales de ocio y el transporte público que, hasta ahora, cubrían agentes de la Urbana para evitar incidentes. El plan de la comisionada de la noche es liberar a los policías de esta tarea, que a veces tenían que abandonar por alguna emergencia, y externalizar el servicio, para garantizar que esos desplazamientos sigan siendo seguros.
Mapas de calor
En cuanto a la movilidad, el objetivo es aumentar la frecuencia del transporte nocturno, poniendo el foco en el 'nit bus'. Se hará gracias a mapas de calor, que permiten ver las zonas con mayor concentración de personas, también por horas. Eso permitirá, por ejemplo, implementar lanzaderas cuando cierren los locales más concurridos, lo que se traducirá en un «desalojo rápido» y un menor impacto sobre los vecinos.
Otro de los ejes del plan nocturno para Barcelona es preservar las actividades ya existentes. Es decir, la especial protección de salas u otros espacios emblemáticos. Ahí entrará en juego Urbanismo, ya que la intención es que si una promotora adquiere un edificio con una discoteca o teatro en sus bajos, y se ha planteado un uso residencial del resto del inmueble, no se ponga en riesgo la actividad existente. Entre otras medidas, se planteará que en la rehabilitación las habitaciones no den a fachada o que se empleen materiales de asilamiento acústico que faciliten la convivencia.
«Haremos un censo del patrimonio cultural nocturno y eso ayudará a que nuevas promociones urbanísticas no pongan en riesgo la actividad cultural», ha apuntando Zapata. El presupuesto para llevar a cabo todas estas medidas, algunas de las cuales se esperan para antes de que finalice el año, oscilará entre 1,5 y 2 millones de euros.
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