Las elecciones locales siguen siendo el talón de Aquiles del centro derecha en Cataluña

En su texto, Castellà pone de manifiesto que, a pesar de la ola azul en toda España que ha llevado, incluso, a que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se haya visto forzado a adelantar la convocatoria de unas elecciones generales para el 23J, es en el ámbito local en Cataluña «donde hay un mayor déficit para los partidos no nacionalistas del centro a la derecha», un desequilibrio que beneficia al PSC »que recupera posiciones y consolida su liderato« frente a los independentistas.

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Para defender esta tesis, el presidente del 'think tank' liberal conservador pone sobre la mesa diversos datos que, por la rapidez con la que transcurre la actualidad (del 28M a 23J en apenas 24 horas) y el buen resultado electoral del PP, prácticamente, ni han podido ser estudiados en profundidad.

El primero de los aspectos a tener en cuenta es la baja participación. «En Cataluña votó un 55,6% frente al 64,8% de 2019». Este descenso tendría dos motivos: la desmovilización independentista y «la ausencia de candidaturas constitucionalistas en un buen número de municipios catalanes (aunque no en los más poblados)».

En relación a los resultados del bloque constitucionalista que va de la derecha al centro (PP, Vox, Cs y Valents), los populares obtuvieron 196 concejales de 9.147 que se repartían en toda Cataluña (8,1% de los votos), el partido de Santiago Abascal, 124 ediles (5%), los liberales, diez concejales (1,2%) y Valents, tres representantes (32.000 votos). Resultados realmente pobres, si bien la carta de presentación no era mejor. El PP se presentó en 227 municipios de los 947 que hay en la región, Vox en 133, CS en 93 y Valents en 71.

A esto hay que sumar que «en no pocos casos, algunos presentaron listas 'fantasma', con candidatos 'paracaidistas', sin ninguna vinculación con la localidad», poniendo de manifiesto «la escasa implantación del mundo no nacionalista, salvo en parte el PSC, en la Cataluña interior y rural». Eso sí, hay que tener en cuenta que «la debilidad política municipal del constitucionalismo durante el 'procés' fue utilizada por los alcaldes nacionalistas para visualizar un falso consenso social independentista y una ocupación hegemónica del espacio público». No todo es responsabilidad de los dirigentes de los partidos analizados.

Tras repasar el auge de Vox y el hundimiento de CS, en comparación con las elecciones locales de 2019, así como la mejoría del PP, Castellà destaca que a los partidos les «falta confeccionar un programa municipal desarrollado y adecuado a las realidades locales». Además, las cuatro formaciones prefirieron «competir, a pesar de su reducida fuerza, a buscar alianzas electorales o fórmulas de colaboración». Y esto ha dado sus frutos negativos. El ejemplo de esto sería Castelldefels (Barcelona), donde el PP se ha quedado a un concejal de la mayoría absoluta; y Vox, CS y Valents, fuera del consistorio, sumando casi un 5%.

Por todo esto, el presidente del Club Tocqueville advierte que «se impone la tarea de tomarse en serio la política local y ampliar la implantación territorial de las fuerzas no nacionalistas, sobre todo de las que más carecen de ella, las de centro y derecha». No cabe esperar, defiende Castellà, fiarlo todo a un buen resultado el 23J: «El mundo local debería importar a los partidos y por ello habría que cuidar la selección de candidatos, prestar atención a los problemas de cada municipio y poner en valor la experiencia acumulada de sus ediles». El caso a reproducir sería el de Xavier García Albiol (PP) en Badalona.

Así, afrontar la política municipal con asuntos que son de su ámbito. «En definitiva, aspirar a construir, de forma inteligente, una alternativa amplia y confiable, en lo que son los ámbitos políticos más cercanos a la vida del ciudadano», concluye.