Elda Mata deja la presidencia de Sociedad Civil Catalana

La renuncia de Mata se produce poco más de tres años después de haber asumido la presidencia, y cinco después de que ingresase en la entidad, en su caso en la agrupación de Gerona, una demarcación muy complicada para el constitucionalismo y donde la ahora cesante demostró valentía y solidez para combatir el independentismo.

En su carta de renuncia, Mata explica precisamente los motivos para afiliarse a la entidad, convencida de que era la que mejor encajaba en su objetivo de colaborar, «como ciudadana, en el fortalecimiento de la sociedad civil como contrapeso a las organizaciones políticas en los momentos de deriva de sus responsabilidades». «Dar voz a los que sufren las consecuencias de la muerte civil, defenderles y visibilizar que el estigma de la supremacista ideología nacionalista se contagia y que sus frutos son perversos», añade.

En la misma carta, la aún presidenta se felicita por la «robustez» de SCC, basada en una «credibilidad que se cimienta sobre el rigor, la coherencia y la transparencia», así como su «transversalidad» que define como su principal «hecho diferencial».

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SCC nace en 2014 como un intento de articular desde la sociedad civil una respuesta ciudadana a un 'procés' que cogía en ese año plena velocidad, poniendo rumbo al cataclismo de 2017. Entre sus principales logros, SCC organizó la histórica manifestación constitucionalista del 8 de octubre de ese año, una semana después del referéndum del 1-O. Aquella marcha sirvió para visibilizar la Cataluña que decía no a la secesión, y marcó, al igual que 2017 para el independentismo, el punto álgido de la entidad.

Desactivado el 'procés', una consideración que Elda Mata niega dada la dependencia que el PSC en el Govern sigue teniendo del independentismo, SCC sigue batallando por la defensa del constitucionalismo en Cataluña, aunque la época de las grandes demostraciones en la calle se haya superado. Hace pocas semanas, la entidad concedía al historiador Jordi Canal su tercer premio Sant Jordi, a la vez que denunciaba irregularidades en la cúpula de TV3.