Hazte premium Hazte premium

'Paraíso perdido': compasión por el diablo

Provocadora lectura del poema épico de 1667: los doce libros que escribió Milton concentrados en hora y cuarenta minutos con insertos que lo actualizan

Pere Arquillué y Cristina Plazas david ruano
Sergi Doria

Sergi Doria

Barcelona

Esta funcionalidad es sólo para registrados

En 'Las siete columnas', una de las mejores novelas de Wenceslao Fernández Flórez, el diablo demuestra a un estilita que el mundo no habría progresado si no se hubieran cometido, una y otra vez, los siete pecados capitales.

Teatro

'Paraíso perdido'

  • Autor: John Milton.
  • Adaptación y dramaturgia: Helena Tornero, Andrés Lima.
  • Dirección: Andrés Lima.
  • Escenografía y vestuario: Beatriz San Juan.
  • Música y espacio sonoro: Jaume Manresa.
  • Intérpretes: Pere Arquillué, Cristina Plazas, Lucía Juárez, Rubén de Eguía, Elena Tarrats, Laura Font.
  • Lugar: Teatre Romea.

Salvando las distancias, y con más pretenciosidad que el genial humorista gallego, Helena Tornero reescribe 'El paraíso perdido' de John Milton para subrayar su compasión por el diablo: el Ángel Caído siembra la semilla de la rebelión frente a un poder que siempre lo derrota pero que no puede evitar que vuelva a intentarlo: 're-bellum' significa volver a luchar.

Frente a ese rebelde, el aquilatado poder de un Dios que pide obediencia si queremos seguir viviendo en el Paraíso que, desde la óptica de la adaptadora, supone la consolidación de las estructuras de un poder que aspira a ser eterno. El teatro que cuestiona el statu quo sería, entonces, un mecanismo demoníaco contra la resignación como único destino.

Provocadora lectura del poema épico de 1667: los doce libros que escribióMilton concentrados en hora y cuarenta minutos con insertos que lo actualizan. Satán suena espantosamente lógico en boca de Cristina Plazas y Dios, trajeado y occidental, suena a cínico encarnado por Pere Arquillué. Al principio, cuando Satán congrega a todos los diablos con todos sus nombres, la representación resulta un tanto premiosa, pero la aparición de unos peludos Adán y Eva (Rubén de Eguía y Lucía Juárez), al estilo de los simios de '2001' de Kubrick, dinamiza la narración para desvelar un ser humano del que Dios y Diablo no tienen muy buena opinión.

La impactante escenografía, el espacio sonoro y la música, con los bellos coros que entonan Elena Tarrats y Laura Font, realzan la controversia dialéctica entre Dios y el Diablo: son los mejores momentos del montaje.

Se puede discutir la tesis de Tornero, pero 'Paraíso perdido' cumple con la función teatral de fomentar el espíritu crítico; poner en discusión verdades preestablecidas: lo que Nietzsche llamaba «filosofar a martillazos».

Al final de la representación suena el 'Sympathy for the Devil' de los Rolling Stones. Compasión por quien fue condenado al papel de malo de la película (y anidó en todos nosotros).

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación