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¿Es esto la muerte?

Pésima versión de las 'Cuatro últimas canciones' de Strauss en L'Auditori de Barcelona

Melton y Petrenko, durante el concierto May Zircus
Pep Gorgori

Pep Gorgori

Barcelona

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Siempre causa cierta desazón entrar en la sala principal de L'Auditori de Barcelona y contemplar el hueco del fondo del escenario. Ese hueco donde no hay ni habrá jamás un órgano. Cuentan las malas lenguas que nadie le explicó a Rafael Moneo que ... un órgano de tubos es bastante más grande de lo que parece su fachada, de modo que el espacio que le reservó es del todo insuficiente. El arquitecto ignoraba además, según parece, que un órgano puede pesar varias toneladas, así que la estructura que soporta el escenario de L'Auditori no aguantaría al dichoso instrumento aunque cupiera en su agujero. Así, el público de Barcelona está condenado a escuchar en esa sala obras como 'Así habló Zaratrustra', en la que el órgano (de tubos) tiene un papel importante, sonando en un órgano electrónico que, a pesar de compartir nombre con el artilugio original, es más bien una lavadora con altavoces.

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