El Liceo, a los pies de Bartoli

La mezzo italiana pone al público en pie con el espectáculo «Farinelli y su tiempo»

Bartoli y Capuano, al final del recital antoni bofill

Pep Gorgori

Barcelona

Es curioso que, a sus 56 años de edad y con una carrera que abarca por tanto más de tres décadas, la mezzosoprano romana Cecilia Bartoli mantenga intacta su capacidad de sorprender y provocar. No hay más que recordar la portada de aquel disco ... en la que aparecía disfrazada de hombre, barba incluida; o alguna de sus promociones y videoclips, más cercanos a la estética pop que a la clásica. Su prodigiosa voz y su personalísimo estilo de cantar han ido casi siempre asociados a un instinto para el márquetin que ha incomodado una y otra vez a algunos sectores del público.

Recital

Farinelli y si tiempo

  • Música: Händel, Porpora, Hasse, Telemann, Vivaldi
  • Intérpretes: C. Bartoli, mezzosoprano. Les Musiciens du Prince-Monaco. G. Capuano, director
  • Fecha: 29 de octubre
  • Lugar: Gran Teatro del Liceo

Que en su primer concierto en el Gran Teatro del Liceo tras una «pausa» de 29 años haya optado por un recital nada canónico, con barrocos cambios de vestuario sobre el escenario, y una puesta en escena poco usual, se enmarca perfectamente en esta manera de entender la música como espectáculo, no tan lejana, al fin y al cabo, de su querido y homenajeado Farinelli. Añadamos a todo ello que Bartoli es, en el buen sentido de la palabra, una magnífica payasa. Nada nuevo bajo el sol.

De Bartoli también sorprende el buen estado de su instrumento. Es cierto que a estas alturas sería arriesgado permitirse un recital de dos horas repleto de arias pirotécnicas, pero no lo es menos que conserva buena parte de sus cualidades. Para la minigira española que inició estos días y que comprende actuaciones en Valencia y Madrid revive el espectáculo «Farinelli y su tiempo», que estrenó en 2019 y se ha podido ver en plazas como el Festival de Lucerna y el Concertgebouw de Amsterdam. Se trata de una selección de obras algo más intimista de lo que la diva acostumbra a programar, con menos fuegos de artificio, pero con una propuesta semiescenificada en la que dialoga y, a ratos, compite, con los excelentes solistas de su orquesta 'Les musiciens du Prince-Monaco' (por destacar solo uno: el trompetista Thibaud Robinne).

El programa tiene algunos clímax con arias como 'V'adoro, pupille' y 'Lascia la spina', auténticos hits del repertorio barroco para su tesitura. Bartoli las aborda con una sensibilidad que quizás años atrás, más pendiente de dar espectáculo que de otra cosa, no lucía tanto. El espectáculo vocal lo reservó para el último tramo de la noche, con 'Desterò dall'empia Dite' y una serie de propinas que fueron desde 'A facile vittoria' de Stefani hasta 'Summertime' e incluso 'Non ti scordar di me'. ¿Una canción «facilona» del siglo XX interpretada por una orquesta barroca? Pues sí. Al fin y al cabo, lo de coger melodías populares y llevarlas a su terreno ya se hacía en la época de Farinelli, y mucho antes. Al terminar, el repleto patio de butacas del Liceo, estaba en pie y aplaudiendo a rabiar, seguramente con el deseo de que no tengan que pasar décadas antes de que Bartoli regrese.

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