El concurso de canto Tenor Viñas cumple sesenta años

- ¿Cree que los fundadores del concurso llegaron a intuir que llegaría tan lejos?

- Yo pienso que, tras sesenta años, está reconocido entre los primeros a nivel mundial. Que esté ligado a un teatro de ópera como el Liceo y además se involucren otros como el Covent Garden o el Teatro Alla Scala, organizando eliminatorias y formando parte del jurado es algo único en el mundo. El doctor Vilardell, al fundarlo en 1963, no podría haber imaginado todo esto.

- Con todo, la idea partió de su bisabuelo.

- El tenor Viñas tuvo la idea, pero murió sin poder hacerla realidad. Lo que sí que llegó a hacer es escribir su libro sobre técnica vocal. Años después, Victoria de los Ángeles escribió un prólogo a este libro destacando la importancia que tiene para cualquier cantante.

- En su día, el concurso recibió el apoyo de muchas personas que aportaron dinero de su patrimonio personal. ¿Hoy se echa en falta ese mecenazgo?

- No, ahora ese apoyo es aún mayor. Tenemos, por ejemplo, al Fundación Puig y la Fundación Ferrer-Salat, y un grupo de Amigos del Concurso Viñas que aglutinó el sr. Francisco Gaudier... Todo esto hace que salga adelante. Alguna persona llega a pagar de su bolsillo un premio entero. Este tema es fundamental hoy en día.

- Uno de los puntos fuertes del certamen es que a él asisten muchos mánagers en busca de nuevos talentos.

- Sí, estos días hay managers de todo el mundo que vienen a ver si pueden contactar con algún cantante que les interese y trabajar con ellos. Es una oportunidad de darse a conocer. Y lo mejor no les interesa el que ha ganado el premio, sino algún otro.

- Oiga, y ahora que usted está retirado, ¿cree que los managers han llegado a mandar demasiado a la hora de definir las programaciones de algunos teatros?

- Hay mucha película en esto. Al final, quien toma la decisión es el director artístico. En otras épocas decían que las cantantes se iba a la cama con el director del teatro. Luego, se decía que mandaban los agentes. Pero aquí el tema es cantar bien. Si un cantante no es lo suficientemente bueno…

- El jurado es una parte importante en cualquier concurso. En el del Concurso Tenor Viñas siempre ha habido grandes nombres de la lírica. ¿Es eso garantía de acierto en el veredicto?

- Hombre, el jurado se puede equivocar, por descontado. Son humanos. Además, hay otros factores. Un cantante también puede no tener su mejor día. Este año, sin ir más lejos, un bajo se puso enfermo y tuvo que retirarse. El jurado estaba tristísimo, porque había cantado muy bien y pensaban que tenía posibilidades en la final, pero no pudo acabar. En todo caso, un concurso se tiene que considerar una oportunidad y una manera de ayudar. Para eso tenemos también premios que son bolsas de estudios, para profundizar en los estudios.

- De hecho, hay numerosos casos célebres de grandes estrellas que no fueron eliminados de concursos.

- ¡Y tanto! ¡Cuántas audiciones hizo Caballé y le dijeron que no servía! Y a mucha gente no le gustaba la Callas. La voz es un tema subjetivo, como todo en el arte.