La Diada independentista toca fondo con 28.000 asistentes, menos de la mitad que en 2024

Se ha podido ver esta tarde en la manifestación convocada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC), que ha reunido a 28.000 personas, según la Guardia Urbana, menos de la mitad de los 73.500 del pasado año, hasta ese momento la menos concurrida si se descuenta el 2020 pandémico. El violento aguacero que cayó sobre Barcelona por la mañana contribuyó también a enfriar, en todos los sentidos, una convocatoria que difícilmente servirá para animar al decaído independentismo, que como reconocía la propia ANC llegaba a la jornada «tocado, frustrado, dividido y desmotivado». En paralelo a la marcha de Barcelona, también hubo manifestación en Tortosa (Tarragona), 1.500 personas, y Gerona, 12.000, en un clásico del independentismo para, con el pretexto de una Diada descentralizada, maquillar su menguante poder de convocatoria.

En este contexto, el lema de la marcha, 'Más motivos que nunca', ha sido una forma de ampliar el foco de la reivindicación -lengua, financiación...- cuando el objetivo último, la secesión, se ve ya como un objetivo inalcanzable. En este sentido, la defensa del catalán, tras la sentencia del miércoles del TSJC y a la espera del decisivo fallo del Tribunal Constitucional, ha sido, en la práctica, el principal estímulo de una jornada a la que los partidos independentistas, ambos en negociaciones con el PSOE y el PSC, asisten cada vez con mayor incomodidad.

En este sentido, la defensa del catalán, particularmente en la escuela, ha sido casi un aglutinador, una confluencia de discursos al que también se ha sumado el PSC y el Ejecutivo de Salvador Illa, tal y como han trasladado esta mañana durante la ofrenda floral al monumento de Rafael Casanova.

Noticia Relacionada

Sociedad Civil insiste en trasladar la Diada de Cataluña a Sant Jordi

ABC

La entidad lamenta que la jornada del 11 de septiembre haya sido secuestrada por el independentismo

La principal novedad este año, la presencia cada vez más notoria de Aliança Catalana, partido cuya líder se ha convertido en uno de los principales focos de atención esta tarde durante la marcha convocada por la ANC. La tarde anterior, la alcaldesa de Ripoll y diputada en el Parlament, Sílvia Orriols, llenaba el Fossar de les Moreres, punto de concentración del secesionismo más aguerrido, en una muestra de la pujanza del partido antiinmigración, que se espera que dé un salto adelante en la próximas municipales y al que las encuestas auguran un crecimiento espectacular en unos hipotéticos nuevos comicios autonómicos. «La identidad catalana no se borrará ni a golpe de porras -en alusión al 1-O- ni de pateras», clamó Orriols ante el fervor de sus fieles.

En la marcha de esta tarde no fue la única dirigente secesionista en acudir. Lo hizo la plana mayor de Junts y en parte la de ERC, que no contó con su líder Oriol Junqueras -silbado en anteriores años-, que prefirió participar en actos propios de su partido.

Mientras la ANC y el secesionismo más ultra claman por recuperar el «mandato» del 1-0, los partidos hacen valer en el Congreso y en el Parlament la fuerza que han perdido en la calle.