Tras acabar con la vida de la víctima, el hombre salió medio desnudo a la calle y agredió a una vecina que, en ese instante, llegaba a su casa en coche. Fue tras ese ataque cuando agentes de los Mossos se desplazaron hasta el lugar del suceso y arrestaron al sospechoso. Fue la propia afectada quien los alertó, después de que este rompiese un vidrio de su vehículo para golpearla.
Tras ello, los servicios de emergencias la atendieron y, posteriormente, la trasladaron hasta un centro hospitalario aunque, según las primeras informaciones, no reviste lesiones de gravedad.
Una vez en el domicilio de la anciana, los investigadores han detectado también destrozos. Entre otros, platos y vasos rotos. El presunto asesino había pernoctado en la vivienda familiar, donde vivían la víctima junto a su hijo y su pareja.
Las primeras hipótesis apuntan que el agresor podría sufrir algún tipo de trastorno mental. Fuentes próximas al caso indican que ya se había mostrado agresivo en otras ocasiones, según manifestó su propia familia. La División de Investigación Criminal (DIC) se ha hecho cargo de las pesquisas para tratar de esclarecer lo ocurrido.
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