Desmantelada una red criminal que mandaba droga al norte de Europa oculta en contenedores

Según informa la policía caalana, la investigación se inició el mes de mayo cuando los agentes tuvieron conocimiento que en una empresa de transportes internacionales, ubicada en la Zona franca de Barcelona, había un palé que contendía droga y que estaba preparado por su envío a un país del norte de Europa.

«Con el objetivo de comprobar la actividad delictiva, tal como apuntaban las primeras informaciones, los investigadores se desplazaron a la empresa y comprobaron como efectivamente, en el interior del palé había un congelador manipulado para meter a su interior marihuana y haixix. Los agentes inspeccionaron el congelador y observaron que la parte inferior se encontraba manipulada y en los espacios donde tendría que contener la espuma para mantener el frío, habían escondido un total de once bolsas con cogollos de marihuana, un total de 7 kg y seis bolsas con tabletes de hachís, con un total de 5 kilos». Se calcula que su valor ascendería a unos 70.000 euros en el mercado ilícito.

Los agentes averiguaron que esta empresa de transportes ya había realizado un total de 14 envíos anteriores, con una periodicidad quincenal, a demanda de una misma persona. El lugar de recogida del palé era un parking ubicado en el distrito de Horta-Guinardó de Barcelona y el destino era una empresa con ubicación en diferentes países del norte de Europa.

Fruto de las gestiones realizadas, los agentes comprobaron la existencia de un «grupo criminal con carácter estable» en el tiempo con el objetivo de la comisión continuada de un delito de tráfico de drogas de ámbito internacional. Una vez transportada a países del norte de Europa, su precio de venta al por menor se multiplica por tres o cuatro.

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En el decurso de las indagaciones policiales los investigadores consiguieron recopilar indicios suficientes para describir la actividad delictiva de las tres personas investigadas. Cuando estos habían manipulado un congelador en el interior del párking, que tenían alquilado, y habían escondido la droga en su interior, lo embalaban y trucaban a la empresa de transportes que hacía el envío al destino final.

Gracias a las vigilancias llevadas a cabo, los agentes averiguaron que, pocos días después, ya se estaba preparando otro envío de las mismas características. De hecho, a finales del mes de mayo consiguieron decomisar este segundo envío una vez se encontraba en la empresa de transporte internacional. Los agentes localizaron en su interior un total de 14 bolsas de envasar al vacío con un total de 350 tabletas de hachís, con un peso de 35 kilos.