Collboni sale del gobierno de Barcelona para intentar librarse del lastre de Ada Colau

«Sé que para ser alcalde de esta ciudad hay que ir a por todas y voy a por todas», ha asegurado el hasta ahora concejal en una comparecencia en la que no se ha escondido de sus intenciones. «Inicio un nuevo camino: centrarme en exclusiva a la candidatura de Barcelona», ha añadido Collboni, que ha dejado claro que a partir de ahora se dedicará al 100% a «construir una candidatura sólida, ilusionante, seria y de mayorías que pueda abrir una nueva etapa en Barcelona». «Por responsabilidad y por respeto institucional quiero tomar esta decisión para tener toda la libertad para explicar mi proyecto de ciudad y a la vez garantizar el funcionamiento municipal», ha asegurado.

El líder socialista, que en los últimos meses ha vivido notorios desencuentros, ha estado arropado por miembros del partido y los concejales que hasta ahora le acompañaban en el consistorio, que lo han recibido y despedido entre una sonora ovación, todo ello en una sala ya decorada de precampaña. Aunque ha dejado claro que «seguiremos cumpliendo nuestra palabra y comprometidos» con el gobierno actual, Collboni ha destacado que «el cambio es posible» y que luchará para que «Barcelona recupere la esperanza y la ilusión compartida y deje atrás los años del desencanto».

En este sentido, ha intentado no echar más leña al fuego con los comunes y ha destacado el buen trabajo hecho entre ambas formaciones, recuperando que consiguieron «blindar la ciudad de las consecuencias políticas del 'procés'» o superar la pandemia. «Ahora toca una nueva etapa para acabar con las divisiones y conseguir consensos. Nos merecemos nuevas ideas y un nuevo proyecto: nos merecemos un nuevo alcalde», ha sentenciado.

El socio de Colau ha comunicado a primera hora del día su decisión a la alcaldesa y espera poder tener con ella «una conversación con tranquilidad en las próximas horas». Además, en una alusión a los gestos de otros de hace meses para marcar perfil, ha puntualizado que él sale ahora del gobierno municipal, cuando ya se han cerrado los principales acuerdos de ciudad así como aprobado la propuesta de presupuestos para este año.

Collboni, que actualmente dirigía el área de Economía, Trabajo, Competitividad y Hacienda, dejará lunes sus funciones municipales el 1 de febrero. Con su movimiento espera tener cuatro meses para tratar de desmarcarse de las cuestionadas políticas del gobierno municipal, una cuestión que se ve cada vez más imprescindible después de que los últimos sondeos apunten a que las elecciones del 28 de mayo tendrán unos resultados especialmente ajustados. De hecho, algunas de las encuestas barajaban que el PSC podía ser la fuerza más votada.

La salida de Collboni no implica que el resto de concejales socialistas dejen el gobierno. Seguirán hasta final de mandato manteniendo el pacto con los comunes en Barcelona. Con su decisión, La siguiente de la lista socialista, Núria Carmona, entrará como concejala en el ayuntamiento, pero, en principio, no asumirá responsabilidades en el gobierno local. Laia Bonet, la número dos de los socialistas municipales, pasará a encargarse de las competencias de Collboni.

La decisión de este lunes se precipita después de meses en los que PSC y comunes han ido teniendo enfrentamientos públicos a costa de las políticas municipales. El último episodio se vivió hace menos de una semana, cuando los socialistas votaron en contra del plan de usos del Eixample, una propuesta que escasos días antes habían presentado junto a los comunes. Fuentes municipales de distintos partidos ven obvio que el PSC ha buscado con los últimos 'encontronazos' desmarcarse de Ada Colau.

Antes de este, en el último año han habido varias polémicas abiertas. El debate abierto sobre las 'superilles' ha sido uno de los más sonados, por ser el proyecto uno de los más icónicos del mandato por el gobierno municipal y que a finales de diciembre el PSC cuestionó. El futuro de la comisaría de Via Laietana, el escrache a la feria de promotores inmobiliarios que los comunes arroparon o el apoyo a una amnistía a los líderes del 'procés' han protagonizado otros episodios.

Los comunes, precisamente, han sido los primeros a criticar a Collboni. El concejal de Presidencia y Presupuestos, Jordi Martí, ha tachado de «irresponsable y poco creíble» la marcha del teniente de alcalde. «Los nervios de la última encuesta publicada juegan malas pasadas», ha añadido desde su cuenta de Twitter.

También se ha referido a ello otro de los concejales de los comunes, Jordi Rabassa, que ha sido especialmente crítico y ha usado el tono jocoso. «Tengo un alud de llamadas preguntándome si dimito. No, no me marcho a hacer mi campaña personal y a halagar a los amigos de los negocios. Acabo el mandato por responsabilidad y trabajar para las vecinas. Me parecería vergonzoso no trabajar los últimos meses».

Las reacciones entre la oposición no se han hecho esperar. El candidato de ERC en el Ayuntamiento, Ernest Maragall, ha criticado la «manera desesperada de intentar sacarse de encima la responsabilidad que comparte de estos cuatro años con Colau» del teniente de alcalde. El republicano considera que a pesar de intentar marcar distancia, «su distancia es aquello que ha construido, decidido y compartido él mismo y su grupo todos estos años».

Por otro lado, la concejal de Cs en el Ayuntamiento Julia Barea ha considerado una «pantomima» este plantón de Collboni. «Lo único que pretende es desmarcarse de la nefasta gestión que sufre Barcelona y que también es su responsabilidad», ha comentado.

La CUP de Barcelona, además, ha calificado la salida del hasta ahora primer teniente de alcalde de «operación de maquillaje» y la ha considerado «una escenificación programada y acordada de los que juegan como trileros con los periodos electorales y las responsabilidades institucionales».

También lo ha criticado el PP. Su candidato al Ayuntamiento, Daniel Sirera, ha subrayado que con su paso al lado Collboni «reconoce que su gestión junto con Ada Colau es un auténtico desastre» y busca «no verse lastrado». «Es la otra cara de la misma moneda de Colau y, por tanto, él es corresponsable» de su gestión, ha avisado.

La líder de Valents en el Ayuntamiento de Barcelona, Eva Parera, también ha comentado la cuestión y ha acusado a Collboni de ser junto a los socialistas «corresponsables de la mala gestión» del gobierno municipal. «Se presenta como si nunca hubiera gobernado con Colau, cuando la realidad es que lleva ocho años gobernando con ella",», ha lamentado. «¿Se pondrá ha hacer campaña en contra de su propio partido, que se queda como socio de Colau», se ha preguntado.

Además, el candidato dde Vox a la alacaldía de Barcelona, Gonzalo de Oro-Pulido, ha acusado al teniente de alcalde de haber convertido la ciudad en «la Meca de la 'okupación'» junto a la alcaldesa, Ada Colau. «Collboni se desmarca de Colau como si pudiera borrar 8 años de políticas infames», ha denunciado.