Colau suspende las relaciones de Barcelona con Israel e indigna a la comunidad judía

El equipo municipal atiende así a la petición de un centenar de entidades propalestinas, que recogieron más de 4.000 firmas para la ruptura bajo el lema 'Barcelona con el Apartheid NO, Barcelona con los Derechos Humanos, Sí'.

«Hay que hacer un gesto contundente para invitar a trabajar por la paz», ha subrayado Colau, que fundamenta la decisión de su partido en las «vulneraciones sistemáticas de los derechos humanos, la ocupación y la colonización ilegal de territorios palestinos contra los dictámenes de las Naciones Unidas».

La alcaldesa ha asumido personalmente la iniciativa y ha sembrado el descontento en el PSC, con el que comparte gobierno, que ya ha tachado la decisión de error gravísimo y ha anunciado esta misma tarde que presentará en el próximo pleno una moción para restablecer las relaciones entre todas las partes.

Estaba previsto que la medida se votara en el último pleno municipal de enero, pero el equipo de gobierno ha optado por que sea la alcaldesa quien decida, evitando así dar cuenta de la división interna del plenario y del equipo de gobierno, del que el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, se descolgó la semana pasada para iniciar una campaña electoral sin el lastre de seguir con la alcaldesa a su lado.

El portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, Lior Haiat, ha calificado la decisión de «lamentable» y en un comunicado en redes ha expresado que la medida es un «refuerzo para extremistas, grupos terroristas y antisemitas, además de estar en contra de los intereses de la ciudadanía».

La polémica decisión ya provocó el enfado Federación de Comunidades Judías de España (FCJE) cuando el consistorio anunció la intención de llevarla a cabo, que emitió entonces una carta abierta dirigida a la alcaldesa en la que expresaba su «inquietud» ante lo que consideran una campaña de boicot.

Una vez aplicada la medida este lunes, la organización la ha tildado de «antisemitismo sofisticado» y señala que el Ayuntamiento no ha tenido en cuenta que Tel Aviv es una ciudad «ejemplo de convivencia, defensa de libertades, protección de las minorías y donde sus ciudadanos viven en paz sean del origen que sean».

La teniente de alcalde socialista Laia Bonet ha anunciado la desaprobación de su partido, que presentará una propuesta en el próximo pleno para restablecer los vínculos. La dirigente ha acusado a Colau de ignorar al pleno municipal y tomar la decisión por su cuenta «ante la certeza de que la propuesta de romper el acuerdo iba a ser rechazada muy mayoritariamente».

A las críticas también se ha unido la exconsejera de Acción Exterior de la Generalitat, Victoria Alsina, que en septiembre se mostró contraria a la resolución del Parlament que veía 'apartheid' en el régimen que Israel aplica sobre Palestina, y ha tildado la decisión de «error descomunal».

El candidato del PP para las próximas elecciones de mayo, Daniel Sirera, ha destacado que «Tel Aviv es un ejemplo de ciudad democrática, abierta y cosmopolita, que comparte historia con la ciudad de Barcelona», y acusa a Colau de sembrar el odio contra Israel. También ha afirmado que «aunque los malos políticos pretendan o intenten romper lazos de amistad entre Barcelona y Tel Aviv, nuestras dos ciudades siempre serán hermanas».