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Nacho Martín Blanco, de las tertulias de TV3 al Congreso
Solo cuatro días después de dejar la militancia de Ciudadanos, el PP anuncia que será su número uno por Barcelona el 23J
Sigue en directo la última hora sobre las elecciones del 23J
Feijóo renueva al 75% de los cabezas de lista al Congreso
El exportavoz de CS en el Parlamento de Cataluña y número uno del PP por Barcelona para el 23J, Nacho Martín Blanco
Cuando hace cuatro días se despedía del partido que había sido su casa desde 2017, Nacho Martín Blanco ya sabía que su próximo destino político sería el Congreso de los Diputados. Con el PP. A las preguntas de los periodistas, en su última comparecencia ... ante la prensa como político naranja, solo aseguró que seguiría en activo porque considera que aún tiene «cosas que aportar». La dirección nacional del PP ha confirmado, hoy, que Martín Blanco no solo va en las listas del 23J sino que será el cabeza de cartel, sustituyendo a Cayetana Álvarez de Toledo.
Nacido en Barcelona en 1982, Martín Blanco es periodista y politólogo. Trabajó en las redacciones barcelonesas de ABC, 'La Vanguardia' y 'El País' antes de dar el salto a las tertulias de televisión y las tribunas de opinión, sobre todo en el ámbito catalán, que compaginó con impartir clases en la Universidad Abat Oliva, actividad académica que siguió ejerciendo mientras fue diputado autonómico. El salto a la arena política lo dio en 2017: fue el titular de uno de los 36 escaños con los que ganó la formación liberal encabezada por Inés Arrimadas las elecciones catalanas.
A lo largo de estos casi seis años en el Parlamento autonómico, el número uno del PP por Barcelona para el 23J se ha caracterizado por mantener un discurso claro y pedagógico en defensa de los valores constitucionales (no en vano, su maestro es Josep Maria Castellà). Es un político tranquilo y pausado, que se aleja del histrionismo. Pero que no le ha impedido denunciar los abusos del nacionalismo, como la inmersión lingüística obligatoria, el dispendio en la construcción nacional desde la Generalitat con el dinero de todos los ciudadanos o, por citar solo algunos ejemplos, los ataques de los independentistas a los símbolos nacionales (desde la bandera al Ejército, pasando por la Corona).
Su sosiego argumental y discursivo, aderezado con un excelente bilingüismo y altas dosis de conocimiento de la literatura en catalán (gracias a sus referentes Ferran Toutain y Valentí Puig), le han supuesto, contradictoriamente, o no tanto, ataques furibundos por parte de los personajes más radicales del independentismo. Una muestra evidente de la capacidad pedagógica que ejerce Martín Blanco en las formas, para transmitir un discurso más allá del espacio no nacionalista. Un motivo por el que Alberto Núñez Feijóo lo ficha para el PP.
Pero si en 2017 (en diciembre, tras el golpe del 'procés' y la aplicación del 155) fichó por CS no fue tanto por su simpatía ideológica con la formación liberal sino por ser un instrumento (el mejor) para combatir el nacionalismo. Ahora, según se deduce de sus propias palabras, esta herramienta es de color azul. Llega a un partido que está más cerca de sus posiciones ideológicas, liberal, sí, pero conservador. De hecho, su nombre llevaba semanas sonando como posible incorporación a las filas populares y solo su amistad con Carlos Carrizosa, líder de CS en Cataluña, ha retrasado la decisión, que se tuvo que acelerar por el adelanto electoral de Pedro Sánchez.
Curtido en las batallas político-mediáticas de TV3, Catalunya Ràdio y RAC1, y con la 'mili' del Parlamento autonómico catalán, sus hasta la semana pasada compañeros de partido le auguran un buen paso por el Congreso como diputado. Alguno que ha compartido escaño, advierte, además, que si es por él no se quedará ahí. ¿Ministerios? ¿Secretarías de Estado? Y solo le reprochan que haya formado parte de la dirección nacional de CS y portavoz autonómico hasta el mismo día en que saltó del barco liberal: «Se estaba reservando para ir al Congreso».
Los que le conoce también añaden en su haber no ser «valiente» en momentos determinantes. De no dar un paso al frente para liderar un partido político. Antes del canto popular, sonó como recambio de Carrizosa, tras las elecciones autonómicas de 2021 (CS pasó de los 36 diputados de 2017 a los seis actuales), pero nunca se mostró en público dispuesto a ello. Se considera, así mismo, un teórico del día a día, del debate parlamentario y la tribuna de opinión. Si Albert Rivera lo introdujo en la política partidista, Feijóo lo eleva a Madrid.
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