Crítica de clásica
Cosas (buenas) del verano musical
El festival Nits de la Brufaganya consolida su apuesta por música de calidad alejada de las grandes capitales
Artículos escritos por Pep Gorgori
Barcelona
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CONCIERTO CLAUSURA TEMPORADA 24/25
- Música: G. F. Händel, D. Scarlatti, A. Vivaldi
- Intérpretes: Orquestra Barroca Catalana, Cor Madrigal, M. Mathéu, Oriol Rosés, Pere Lluís Biosca, director.
- Fecha: 14 de junio
- Lugar: Santuari de Sant Magí de la Brufaganya, Pontils (Alt Gaià) 4*
El verano es el tiempo de los grandes festivales, pero también de los festivales medianos, de los pequeños y de los muy, muy pequeños. Entre estos últimos, hace ya años que se celebra con enorme éxito -esto es, agotando a cada concierto las localidades disponibles, ... aunque no estemos hablando de miles de personas precisamente- el festival Nits de la Brufaganya. El lugar es cogido es un santuario que invita al recogimiento, pero también a especular si por ahí cerca anda el mítico gorro perdido de Cristo. Este año, la inauguración ha ido a cargo de la Orquesta Barroca Catalana, el coro Madrigal, Marta Mathéu y Oriol Rosés como solistas y la dirección de Pere Lluís Biosca. Uno de los alicientes era comprobar cómo se organizaban para caber en la no muy grande iglesia de Sant Magí, y cómo sonaría ahí un repertorio barroco a base de Händel y Vivaldi. Cosas que solamente pueden pasar en verano. Los intérpretes pasaron la prueba con más que buena nota.
La Orquestra Barroca Catalana atraviesa un excelente momento de forma. Así lo demostró tanto en el Concerto Grosso en re menor de Händel (op. 3 núm. 5) como en el de Scarlatti (en fa mayor), obras de estructura y carácter bien distintos que fueron abordadas con criterio estilístico y energía. Bajo la guía decidida y entusiasta de su concertino, el conjunto exhibió flexibilidad y brillantez, construyendo un sonido bien perfilado y expresivo, capaz de adaptarse al lenguaje de cada compositor.
En el repertorio vocal, ('Dixit Dominus' de Händel y 'Magnifica't de Vivaldi) brilló la intervención de Marta Mathéu. Dueña de un instrumento dúctil, brillante en el agudo y firme en el centro, supo imprimir al texto una emoción serena, sin exceso alguno, desde la autoridad de quien conoce a fondo este repertorio. Su experiencia previa en obras sacras de Händel junto a Jordi Savall no es casualidad, y se notaba. Por su parte, la participación de Oriol Rosés fue correcta.
El Cor Madrigal, bajo la dirección de Pere Lluís Biosca, ofreció una actuación de gran potencia y empaste. Se trata de un conjunto numeroso, y en un espacio pequeño como el del santuario, Biosca optó por una lectura que aprovechaba al máximo la resonancia del lugar, sin cortarse a la hora de dar rienda suelta a los decibelios. El efecto fue una saturación sonora calculada, que si bien rozaba por momentos el límite, permitía percibir la respuesta del espacio como una parte activa del discurso musical. Fue una decisión valiente, con momentos de gran intensidad.
El ciclo Nits Musicals de la Brufaganya continuará el próximo sábado, 12 de julio, con la actuación del Trío Freixas. Esta iniciativa merece reconocimiento no solo por la calidad de los intérpretes que convoca, sino por su voluntad de llevar la música clásica más allá de Barcelona y de las grandes capitales catalanas. Lo hace en un entorno natural apartado, donde antes del concierto se ofrece una butifarrada popular y, al terminar, chocolate deshecho para los asistentes. Más allá del programa, el ambiente cálido y la posibilidad de un contacto directo entre músicos y público crean una experiencia distinta, que une música, naturaleza y comunidad en una fórmula que funciona.
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