El pequeño Óliver se recupera mejor de lo previsto y ya reconoce a su familia

«Óliver está como si no lo hubieran operado», explica el padre con una sonrisa de oreja a oreja, «ya me veis la cara», bromea, «y eso que no he dormido». Desde el hospital informan que ahora queda esperar los resultados de oncología. «No sabemos cómo seguirá el proceso, si hará falta quimioterapia o radioterapia», asiente la familia, ahora, por fin, aliviada.

Desde el hospital informan que el menor ha salido este viernes a las 14.00 de la UCI y ha sido trasladado a planta. Está previsto que a finales de la semana que viene tengan los resultados del estudio molecular del tumor que permitirá a los oncólogos diseñar el tratamiento a seguir.

La intervención del pequeño empezó el miércoles a las 8.00 de la mañana y duró más de diez horas. En ella trabajaron un total de 15 especialistas que eliminaron gran parte del ependimoma en grado tres que el menor tenía en el tronco encefálico, cerca de estructuras nerviosas fundamentales, como el cerebelo, el bulbo raquídeo o las raíces de los pares craneales.

Óliver llegó hace dos semanas a España en avión medicalizado desde Cancún (México), donde vive con su familia, que se mudó hace un año y medio para abrir un negocio de buceo. El caso del menor cobró especial fuerza la semana pasada en medios de comunicación a raíz de unos vídeos que su padre, de origen malagueño, publicó en redes sociales exponiendo el drama familiar y pidiendo ayuda.

Rápidamente, el hospital pediátrico Sant Joan de Déu de Barcelona se ofreció a tratar el caso, y el traslado a Barcelona fue posible gracias a la contribución de un benefactor anónimo que abonó los 196.400 euros que costaba el vuelo privado.

En el hospital catalán se le realizó el viernes pasado una primera intervención en la que se introdujo detrás de su oreja una válvula de derivación ventricular que drenó el líquido que se acumulaba en su cerebro (hidrocefalia), que ponía en riesgo serio su supervivencia.