La líder de Cs en Barcelona renuncia al cargo y a ser la candidata a las municipales

Las tensiones en el grupo, que cuenta con tres ediles, se acrecentaron el pasado jueves cuando la formación anunció que había iniciado los trámites para expulsar a uno de sus concejales más históricos, Paco Sierra, del Ayuntamiento porque estuvo maniobrando junto a la también edil Noemí Martín (recién llegada al Ayuntamiento tras la marcha, por jubilación, de Celestino Corbacho) para «autoproclamarse presidente» del grupo y echarla así de sus funciones. En el fondo de este movimiento estaba el enfado por el hecho de que Guilarte hubiera sido nombrada alcaldable sin pasar por ningún proceso de primarias.

«La trama tenía como objetivo último dinamitar el trabajo realizado por todos, por lo que no es posible que bajo estas condiciones yo pueda seguir al frente de este proyecto ni encabezar una candidatura electoral», ha lamentado Guilarte, que ha dejado claro que «luchar contra este tipo de actitudes fue una de las razones por las que entré en política». Además, ha considerado que el caso vivido recientemente en su grupo municipal «es un hecho lamentable e inédito en la historia de la democracia del Ayuntamiento». «No todo vale en política, no todos los políticos somos iguales. Yo elijo conservar mi libertad y mi dignidad», ha añadido.

La hasta ahora presidenta del grupo, que ha asegurado que no dejará la militancia de la formación, se ha mostrado confiada en que su decisión «facilite que la dirección pueda acordar y poner al frente de este reto municipalista un liderazgo ajeno a esta situación». Guilarte, que entró en 2019 al Ayuntamiento como número dos del entonces grupo liderado por Manuel Valls, ha presentado esta misma mañana su dimisión como concejal y ya no estará presente este viernes en el pleno municipal.

Poco después de conocerse la renuncia de Guilarte, la dirección de Cs ha expresado en un comunicado su apoyo a la hasta ahora presidenta del grupo. El partido, que desde su proclamación como candidata la respaldó y que el viernes, en plena guerra interna, ya la arropó públicamente, le ha agradecido su «esfuerzo, dedicación y trabajo constante» para defender los intereses de los barceloneses. «La dirección de Cs estudia ahora todos los escenarios posibles para decidir cómo quedará configurado el grupo municipal», concluía la nota. En las próximas semanas pueden conocerse nuevos detalles sobre el futuro alcaldable.

Paradojas de la vida, la crisis ha desembocado en que Sierra pase a ser el nuevo presidente de la formación local. Su expediente de expulsión no es inminente, e incluso puede presentar alegaciones. El congreso extraordinario de la formación para refundarse previsto para en enero puede, además, acarrear nuevos cambios internos y más episodios en esta crisis.

La complejidad del caso no acaba aquí. Tras la salida de Guilarte, debería entrar, por orden de lista electoral, Fernando Carrera, que entró en la política activa a raíz de la llegada de Manuel Valls y que actualmente es asesor del grupo municipal socialista.