Estas son las nuevas multas a las que se expondrán los dueños de perro de Barcelona a partir del 18 de diciembre

Con este objetivo, el gobierno municipal hace poco actualizó la Ordenanza de protección, tenencia y venta de animales, que incluía entre otros aspectos la prohibición de poder llevar el animal suelto por la vía pública, una medida que desde un principio indignó a una buena parte de propietarios pero que, a pesar de ello, prosperó.

Ahora, un nuevo decreto endurecerá las condiciones de paseo. En concreto, a partir del 18 de diciembre entrará en vigor una obligación de tener que llevar la mascota atada en toda la ciudad, a excepción de zonas autorizadas. El Ayuntamiento, de hecho, hacía tiempo que quería implantar esta medida pero no habían llegado a activar las sanciones porque el gobierno municipal entendía que en el fondo faltaban espacios para que los perros pudieran campar a sus anchas por la ciudad.

Por ese motivo, en un primer momento se aprobó una moratoria que esquivaba estas multas pero ahora, con nuevos espacios para ellos en funcionamiento, ya empezarán las sanciones. Los nuevos espacios son las bautizadas como zonas de uso compartido para perros, donde los canes sí podrán ir desatados en determinadas horas del día.

La ciudad tendrá 225 de estos espacios, repartidos por todos los distritos y que mayoritariamente son áreas para perros ya existentes. Entre ellos se cuentan 109 espacios que no son exclusivos para animales pero en los que se acepta que pueda haber «convivencia» entre usuarios y sus usos. Serán, por ejemplo jardines, plazas o avenidas en las que a primera o última hora del día o mediodías los perros podrán campar a sus anchas.

Una señal, como las que se están instalando estos días, avisará de estas zonas neutras. Desde el Ayuntamiento se han apresurado este jueves a recordar que la ciudad ya tiene áreas específicas para perros de calidad y que, con estos 225 puntos, existirán unos 900.000 metros cuadrados para que los perros puedan ir sin correa y puedan divertirse, juguetear con otros canes y hacer actividad física.

Las multas pueden ir desde los 100 euros, cuando el perro vaya suelto fuera de los espacios habilitados pero no suponga un peligro. Si se entiende que el animal supone un peligro para otras personas o para el entorno la sanción ascenderá a 300 euros y cuando los perros estén en parques infantiles puede llegar a los 600 euros.