La embajada hebrea condena «enérgicamente» que Barcelona rompa relaciones con Israel

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En el acuerdo para transaccionar el texto final, el PSC ha cambiado el verbo suspender por interrumpir y ha añadido el matiz de que el cambio en las relaciones se dirige al «actual gobierno de Israel», intentando así rebajar el tono de la posición del ayuntamiento de la segunda ciudad más importante de España. La iniciativa, sin embargo, no ha gustado a la comunidad israelí.

La Embajada de Israel en Madrid, al poco de conocer la posición del ayuntamiento, ha emitido una nota condenando «enérgicamente» la resolución aprobada. «En estos momentos tan difíciles para Israel, tras la masacre perpetrada por los terroristas de Hamás el 7 de octubre, esta decisión es un nuevo episodio de la actitud anti israelí del Ayuntamiento de Barcelona», han señalado.

En esta misma dirección, desde la legación hebrea se ha indicado que es una declaración «injustificable» y que «solo beneficia a Hamás y blanquea su barbarie». Y han añadido que: «Tenemos muy presente que el Ayuntamiento de Barcelona no ha condenado los brutales asesinatos ni los secuestros de niños, mamás, ancianos y civiles inocentes».

Colau, en el pleno municipal, ha defendido la propuesta argumentando que los derechos humanos se defienden tomando partido, no poniéndose de perfil, según sus palabras; y Elisenda Alamany (ERC) ha lamentado que ante los primeros días de ataques de Israel a Gaza «el silencio de este gobierno fue aclaparador».

La teniente de alcalde de Derechos Sociales, la socialista María Eugènia Gay, ha agradecido la transacción a los comunes y ha reivindicado la ayuda económica enviada a Palestina y los refugiados acogidos.

Victòria Alsina (Junts) ha criticado que esto no ayuda a la resolución del conflicto, como considera que hace la cooperación económica; Juan Milián (PP) ha acusado a Colau de antisemitismo por haber suspendido el hermanamiento con Tel Aviv en febrero; y Gonzalo de Oro-Pulido (Vox) ha tachado la iniciativa de los comunes de «brindis al sol».

El texto acordado exige comunicar al Gobierno de España y a la Embajada de Israel la decisión de interrumpir las relaciones mientras no cesen los ataques y «no se garantiza el respeto a los derechos básicos del pueblo palestino y el cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas respecto al conflicto» entre Israel y Palestina.

Fuentes de los socialistas han asegurado a Ep que esto «no afecta a las relaciones con Tel-Aviv», con la que Barcelona recuperó el acuerdo de hermanamiento en septiembre después de que el gobierno de Colau lo revocara. Desde el consistorio defienden que el contexto ha cambiado tras «la reacción desproporcionada del gobierno de Benjamin Netanyahu», que detallan que ha matado a casi 6.000 niños palestinos.