El Ayuntamiento condena una protesta con pistolas de agua contra un bus turístico en Barcelona

El teniente de alcalde de Economía de Barcelona, Jordi Valls, ha rechazado la protesta de este domingo de una veintena de personas con pistolas de agua contra un bus turístico frente a la Sagrada Familia: «No es de recibo».

«No por querer expresar un debate se tiene que violentar o molestar a las personas», ha dicho en declaraciones a Ep, en las que ha apuntado que entiende y respeta el fondo del debate sobre el turismo en la ciudad, el cual ve complejo y que no se resuelve con soluciones, en sus palabras, simplistas.

Ha defendido que el consistorio está llevando a cabo medidas de «respuesta» a la masificación turística, entre las cuales ha destacado la eliminación de los pisos turísticos, el incremento de la tasa turística o la negociación para reducir las terminales de cruceros del Puerto de Barcelona, entre otros.

«Este es el camino, el retorno social del turismo y arremangarse para tener un turismo de calidad que en ningún caso perjudique vidas», ha dicho. Preguntado por si teme más acciones de este tipo de cara al verano, ha remarcado que la preocupación del consistorio son los ciudadanos, los cuales «esperan soluciones con políticas públicas, no con acciones».

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Jordi Martínez

La acción de protesta, organizada por varias plataformas antiturismo, fue según sus promotores una llamada al a movilización contra la turistificación en todo el sur del Mediterráneo. Bajo el lema «Apaguemos el fuego turístico«, pararon el autobús y lo cubrieron de pegatinas. La acción se produce después de que el pasado año activistas antiturismo rociaron con pistolas de agua a las personas que estaban comiendo en una terraza de un restaurante del centro de la ciudad.