Arantxa Sánchez Vicario admite el alzamiento de bienes y culpa a Santacana: «Me fie de mi marido y me arrepiento»
La ex tenista apunta durante el juicio que fue su entonces pareja quien, a partir de 2009, se encargó de gestionar su patrimonio y que ahora ella paga la mitad de sus ingresos al Banco de Luxemburgo
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Barcelona
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Iniciar sesión«Él iba a los bancos, hablaba con los notarios, él se encargó de todo». Así ha señalado Arantxa Sánchez Vicario que era su entonces marido Josep Santacana quién se encargó, a partir de noviembre de 2009, de gestionar su patrimonio. Este martes, ... la ex tenista ha admitido durante el juicio el alzamiento de bienes del que ambos están acusados, pero ha culpado a su expareja. «Me fie de él y me arrepiento», ha detallado. Por este motivo, ha abonado ya 1,9 millones de euros al Banco de Luxemburgo, al que aporta la mitad de sus ingresos para sufragar la deuda.
Sánchez Vicario, que ha roto a llorar a preguntas de la fiscal, ha recordado que hasta 2009, fue su padre -fallecido en 2016- quien gestionó su patrimonio. «A partir de entonces fue mi marido. Yo seguía sus pasos hasta que cambié de abogado y empecé a conocer todo lo que está saliendo ahora. Admito que me he equivocado y no estoy conforme con lo que pasa», ha indicado.
«Soy la primera que quiere pagar al Banco de Luxemburgo, y ahora la mitad de lo que gano se lo doy al banco», ha detallado. Según la versión de la ex tenista, era Santacana «quien se encargaba de todo» y ella hizo «lo que él» le «decía porque «es empresario, y tiene conocimiento de empresas. Yo me dedicaba a jugar al tenis, reconozco que me equivoqué y estoy aquí por eso», ha zanjado. Así, ha sostenido que era su pareja quien se encargaba de «ir al banco, la gestiones y lo que conlleva todo el entramado».
En su escrito, la Fiscalía acusa al matrimonio de idear un plan para descapitalizar su patrimonio a través de testaferros, y así evitar abonar el pago de una deuda de 7,5 millones -al sumársele los intereses con el paso del tiempo- al Banco de Luxemburgo, con «ánimo de enriquecimiento ilícito». Una deuda que provenía del dinero que la entidad les dejó como aval para sufragar la multa por evasión fiscal que confirmó el Tribunal Supremo.
Por este motivo, el Ministerio público pide cuatro años de cárcel para cada uno de ellos. Una solicitud de prisión que podría rebajar después de que Sánchez Vicario haya admitido la comisión del ilícito durante su declaración durante la vista, que se celebra en el salón de actos de la Ciudad de la Justicia de Barcelona y que prevé alargarse hasta finales de semana.
A petición de su abogado, Sánchez Vicario se ausentará del resto de sesiones hasta el viernes, cuando está previsto que haga uso de su derecho a la última palabra. Todavía queda pendiente la declaración de su exmarido. Pese a ello, durante la vista su abogado ha tratado de involucrar a la deportista en el caso. Para ello, el letrado ha aludido a varias «notas firmadas por Arantxa» en las que ésta habría solicitado «operaciones en entidades bancarias suizas» lo que, a su juicio, «demuestran su implicación en la gestión de su patrimonio». Datan de febrero de 2011, cuando ordenó una revocación de poderes, entre otras.
La defensa de su aún marido también ha presentado una carta en la que ella le da la gracias «por los diez años que han vivido juntos», por «haberle ayudado» y en los que ésta «reconoce que todo lo ocurrido» es culpa de su familia, que «querían destruirlos».
El cobro de la deuda
La acusación sostiene que ambos «idearon un plan consistente en descapitalizar su numeroso patrimonio, frustrando de este modo el cobro de dicha cantidad», por el que vaciaron sus cuentas corrientes, e hicieron «desaparecer» el dinero que Sánchez Vicario había cobrado en créditos y por reportajes en medios de comunicación. La tenista era propietaria y beneficiaria de al menos cinco empresa y titular de varios inmuebles que, después de notificársele la deuda con Hacienda, pasaron a estar a nombre de una sociedad.
Así, según la Fiscalía, el matrimonio habría realizado «numerosas operaciones de venta con el fin de obtener dinero y ocultarlo para frustrar el cobro» de la deuda. Además, el Ministerio público acusa como cooperadores necesarios a quienes supuestamente hicieron de testaferros, quedando como únicos titulares de las empresas de la tenista, además de al jefe y al responsable de la gestoría que realizó las citadas operaciones. Tras su declaración reconociendo los hechos, Arantxa podría evitar la pena de prisión.
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