Aragonès defiende estar en la cumbre hispano-francesa porque «los enemigos de las instituciones de Cataluña» desearían que no estuviera

En declaraciones ante los medios recogidas por Ep, el presidente de la Generalitat también ha tenido palabras críticas contra el presidente del Gobierno porque, en su opinión, está utilizando la cumbre, que es una jornada de trabajo liderada por los mandatarios de los dos países, «para la batalla política» y asegurar que el 'procés' ha acabado. Una valoración que no es compartida por Aragonès y los partidos independentistas.

«Intentan certificar una cosa que ellos no podrán certificar nunca. El Gobierno no es nadie para certificar cuál debe ser el futuro de Cataluña», ha añadido el presidente autonómico, defendiéndose sobre todo de las acusaciones de Junts y el Consell per la República, la asociación belga que gestiona Calres Puigdemont con la función de contrapeso a la Generalitat. Aragonès dará la bienvenida a Sánchez y Emmanuel Macron y su papel será en calidad de «representación institucional».

Así, mientras se celebre la cumbre hispano-francesa y a pocos metros se manifieste en contra el secesionismo, con ERC a la cabeza, Aragonès tratará de que en la cumbre se traten temas que reivindica la Generalitat independentista. Entre estas peticiones hay asuntos sobre las infraestructuras, la lengua catalana, la energía y las fronteras, que Aragonès envió a La Moncloa para que Sánchez las trate con Macron.