Urtasun, ¿habrá diálogo?

En el perfil que publicó en este diario el compañero David Morán, habla del antitaurinismo, y más, de Urtasun, y también de un lado «dialogante y comunicativo». Ahí habrá que ver al nuevo ministro, del que, al menos, los aficionados esperan que cumpla la ley. Rechazó en su momento la sentencia del Tribunal Constitucional que tumbaba la prohibición de las corridas de toros en Cataluña y abanderó en Bruselas la retirada de ayudas europeas al ganado de lidia.

Entre sus perlas, aquello de que «la tauromaquia no merece ser legal en el ordenamiento jurídico», y en su definición de la Fiesta entra eso de «sádica y despreciable».

Con esa mochila llega al ministerio en donde por derecho propio se encuentran los toros. Y de él no se espera más que se atenga a la ley. Lo del deber de los poderes públicos de garantizar su conservación y promover su enriquecimiento, imagino que entrará dentro de su promesa o juramento como ministro de Cultura, o no.

El sector taurino no debe perder tiempo para saber cuál va a ser la política que se va a aplicar a la Fiesta desde el nuevo Gobierno. Los pasos que dio el anterior, negando las ayudas a los profesionales taurinos durante la pandemia y con la inclusión de los toros en el bono cultural joven, rechazadas las dos por la Justicia, son ya alertas claras sobre el tratamiento que se le puede dispensar al toreo. Encontrar la cara «dialogante» del ministro Urtasun antes que su activismo antitaurino, será la clave.