Resaca de la verbena

Primero fueron novilladas, pero en los años veinte comenzaron a anunciarse primeros espadas del escalafón del momento. Luis Freg, Saleri, Fortuna, El Gallo, Antonio Márquez, Belmonte… Y el día de Sant Juan de 1930, un cartel impactante con el carismático Cagancho frente a seis toros de Montalvo. Había una gran expectación en la ciudad por lo que pudiera hacer Cagancho, un torero capaz de lo mejor y de los peor, ante el compromiso de una tarde en solitario. No defraudó, pero tampoco entusiasmó. No llegaron sus famosas 'espantás', ni tampoco se prodigó en sus genialidades.

Domingo Ortega, Manolo Bienvenida, Juanito Cruz de novillera, y un mano a mano entre los hermanos Domingo y Pepe Dominguín, todavía en el escalafón inferior, en la década de los treinta. En 1941, uno de los carteles monstruo de Don Pedro Balañá con Lalanda, Vicente Barrera, Manolete, Pepe Luis… y en el 44 otro cartel estrella con Manolete, Domingo Ortega y Gitanillo de Triana, mientras que la competencia entre Litri y Aparicio de novilleros también se vivió una tarde de San Juan en 1949.

Antoñete, Chicuelo II, Bernadó, Chamaco, los hermanos Giron, Diego Puerta, Gregorio Ordóñez fueron habituales en esta fecha en los cincuenta, y Fermin Murillo, Alvaro Domecq, Paquirri y novilleros como Curro Vázquez en los sesenta. Así hasta 1973, con otra tarde de relumbrón con Curro Romero, Paquirri y José Antonio Campuzano.

A partir de entonces, San Juan bajó su intensidad taurina, en una última etapa con al verbena casi olvidada en la Monumental. El resurgir de Curro Díaz en 2005 y un 26 de junio con Finito de Córdoba, Rivera Ordóñez y Serafín Marín en la última temporada de 2011. Es la resaca.