Hubo pasado y hay futuro

«La tauromaquia en Cataluña tiene mucho camino por recorrer», y explica que no solo es un glorioso pasado plagado de historia, es presente y es futuro. Ninguno de los aficionados que siguen manteniendo la llama de su pasión se da por vencido. El presente es la lucha en muchos niveles. No hay desfallecimiento, al contrario; como se demuestra en los centenares de actos que se anuncian cada año en diferentes puntos de la geografía catalana.

Son conferencias, mesas redondas, actividades para el fomento de estudios académicos entre los jóvenes, es el apoyo al milagro de la Escuela Taurina de Cataluña, son las presentaciones de las ferias con mayor interés para los aficionados, es el acercar la tauromaquia a los no aficionados. Un presente duro, nadie lo duda, pero sin la pérdida de un ápice de ilusión. «Hay mucho hecho, y queda mucho por hacer, haya toros o no», sentencia Lorena Paricio, que levanta la voz ante la clase política que urdió el engaño de la prohibición contra derecho.

«Que les quede claro a los políticos, la tauromaquia como hecho cultural se debe permitir, respetar y promover, y están obligados a ello. Y los taurinos lo debemos exigir». Y ahí está el futuro, en esa exigencia basada en la unión. Es verdad que la batalla por recuperar la Fiesta en Cataluña se libra dentro de Cataluña, y la presidenta de la Federación pone el ejemplo de los festejos populares, de la presión de los pueblos del Delta del Ebro, de Solsona, de Vidreres… para mantener sus tradiciones frente al poder político. La unión interna y la del mundo del toro, que siempre ha mirado de soslayo todo lo que sucedía aquí, dejando huérfanos a quienes se han batido el cobre por mantener el toreo.

Unión para recordar todo lo que ha significado Cataluña en la historia de la tauromaquia, para descifrar los porqués de la situación actual y para mantener la batalla por el futuro.