los martes, toros
Se acabó el exilio
Los alumnos de la Escuela Taurina de Cataluña saben de viajes interminables hacia otras comunidades en donde encuentran el cobijo para torear una becerra en un tentadero o vestirse de luces en una novillada, siempre lejos de su tierra
Artículos escritos por Ángel González Abad en ABC
Zulueta, con el jabonero tercero
Con la recién finalizada Feria del Pilar de Zaragoza, los aficionados catalanes acaban su exilio anual, que comienza con los primeros ciclos de la primavera en Castellón y Valencia. En las dos capitales levantinas se ven rostros conocidos de la Cataluña taurina. Es el ... reencuentro de cada año con la pasión por la Fiesta.
De allí a Sevilla, a Madrid, que tanto en la Maestranza como en Las Ventas son habituales los catalanes de la resistencia. Antes, por San Jorge, Zaragoza, por cercanía, es visita obligada, y ya en el verano la plaza francesa de Ceret es la cita con letras de oro, en donde sentirse catalán y taurino es compatible al cien por cien. Los hay que se atreven a la inmersión festiva de Pamplona, y plazas como Santander, Gijón, Huesca, las francesas más cercanas de Arlés y Nimes, y hasta Bilbao y San Sebastián, son cada año destinos del exilio al que se ven sometidos desde hace más de una década quienes se mantienen fieles a la tauromaquia y luchan por la libertad cercenada. Un hachazo, primero en forma de una prohibición política contra derecho, y ahora en manos de una empresa y un sector que andan escudándose en eso de las condiciones políticas y sociales que vive Cataluña.
Un exilio, que, además de los aficionados, sufren los jóvenes que sueñan con ser toreros. Los alumnos de la Escuela Taurina de Cataluña saben de viajes interminables hacia otras comunidades en donde encuentran el cobijo para torear una becerra en un tentadero o vestirse de luces en una novillada, siempre lejos de su tierra. Estos chavales seguirán durante todo el invierno alimentando esperanzas en ese exilio permanente en el que viven.
Para los aficionados, con el final de temporada se acabó el exilio… hasta el año que viene.