Alberto Fernández Díaz: «Collboni tiene ideas firmes y pulso débil»

La voluntad de Barcino5G no es la crítica por la crítica sino la proposición en positivo a los poderes públicos de líneas de trabajo a desarrollar: «No somos un lobby, ni un sector económico. No recibimos ni aceptamos subvenciones. Las actividades las pagamos a escote los miembros de la asociación», puntualiza Fernández Díaz. Ha llegado el momento de pasar del diagnóstico a la ejecución, recalca: «Si somos noticia será por los informes que elaboraremos sobre seguridad, fiscalidad, cohesión en los barrios, infraestructuras…». De los conceptos generales a los problemas concretos que el exconcejal recita de carrerilla: reformar el Plan General Metropolitano de 1976, hacer realidad la ciudad aeroportuaria, reservar suelo para vivienda social («no falta suelo, sino usos reconocidos para construir pisos de protección pública»), culminar las líneas de metro y la transformación del frente marítimo, ser más enérgicos en la seguridad y las ordenanzas de civismo… «Collboni tiene ideas firmes y pulso débil», apostilla.

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Entre las más de doscientas aportaciones de Barcino5G, Fernández Díaz destaca la actualización de la Carta Municipal o la necesaria colaboración entre la Feria, Mercabarna, puerto y aeropuerto. Se pregunta si es normal que unas instituciones tan cercanas en el territorio no tengan una cogobernanza.

La polémica solución al caso de la casa Orsola no debe implicar que el ayuntamiento lo adopte como método. «Si no se construyó vivienda social no se puede pedir al propietario privado que haga aquello que la administración no hace. Y si no hay vivienda de alquiler es porque el pequeño propietario se siente indefenso ante el okupa y el moroso, venda el piso en lugar de alquilarlo o lo convierta en piso turístico o alquiler de temporada». La carencia de oferta habitacional, a la que contribuyó la ley «del 30 por ciento» (Colau solo hizo veintiséis viviendas sociales), no se soluciona haciendo concesiones «a quienes montan manifestaciones, pegan patadas en la puerta o queman contenedores», concluye.