La Cátedra del Tajo alerta sobre los cambios del Plan Hidrológico que «condena al río a seguir igual otros seis años más»
Se amplía el número de masas de agua, de 9 a 19, con una implantación de caudales mínimos escalonada y que, según denuncia, no tiene en cuenta las necesidades de las zonas protegidas
Este documento no mejorará su estado actual y el «Tajo no puede esperar más», afirman
Beatriz Larraz y Raúl Urquiaga, en la rueda de Prensa
La propuesta del proyecto del Plan Hidrológico de la Demarcación del Tajo daba a conocer el pasado viernes, 18 de noviembre, y que se presentará el próximo martes al Consejo Nacional del Agua, ha hecho saltar todas las alarmas en la Cátedra del Tajo UCLM-Soliss ... por los cambios que se han publicado. Se partía de un borrador publicado en junio de 2021 y modificado en mayo pasado que «no cumplía las expectativas para la mejora del Tajo», uno de los más castigados de Europa, pero, según ha denunciado este jueves la directora de la Cátedra del Tajo, Beatriz Larraz, la situación ha empeorado aún más para el río: «Parecía que bajar de ahí era imposible, pero lo han hecho y se condena al río a seguir igual otros seis años sin aportar nada en una situación de tremendo deterioro ecológico».
Beatriz Larraz, acompañada del investigador Raúl Urquiaga, ha explicado en rueda de presna que el pasado mes de mayo se incorporó la implantación escalonada de los caudales ecológicos mínimos en nueve masas de agua que, ahora, según la propuesta, se amplia a 19 y en las que se prevé la implantación de los caudales ecológicos mínimos de forma escalonada, en tres tramos (hasta el 31 de diciembre de 2025, hasta el 31 de diciembre de 2026 y a partir de enero de 2027). Ello incluye, según afirmaron, a todas las masas de agua del eje del Tajo entre el embalse de Bolarque y el de Valdecañas. La Cátedra afirma que «esta postergación a 2027 del cumplimiento de régimen de caudales ecológicos mínimos adolece de justificación técnica y legal e incumple las sentencias del Tribunal Supremo». Esta implantación progresiva de caudales ecológicos mínimos, que ahora se amplía, ya fue motivo de crítica por parte de la Cátedra del Tajo por se insuficientes y no tener en cuenta las necesidades de la zonas protegidas y por perjudicar a la consecución de los objetivos ambientales.
Además, el paso a los caudales ecológicos mínimos previstos en 2026 y 2027 queda supeditado a la consecución del buen estado: si se alcanza a 31 de diciembre en 2025, no se aplicarán, así como a la puesta en marcha en un serie de medidas en las cuencas del Segura y del Tajo y su supervisión por un Plan de seguimiento especial.
Así, las caudales ecológicos mínimos propuestos no supondrán apenas diferencia con el estado actual.
La Cátedra del Tajo considera que no se contemplan todos los componentes del caudal ecológico en todas las masas de agua de la cuenca y, además, desde el punto de vista metodológico, el Plan debería ser más ambicioso y debería respetar el conocimiento científico-técnico.
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