El arzobispo de Toledo comparte unas migas con 180 pobres en la catedral

En la homilía el prelado recordó que esta Jornada, instituida por el Papa Francisco, tiene que «ayudarnos a mirar a Jesucristo, pobre y necesitado, porque se hizo pobre por nosotros», y manifestó que «todos somos pobres porque todos necesitamos del amor de los demás». Además señaló que esta Jornada «nos recuerda que existe una pobreza que es evangélica, que te une a Jesucristo», y «ojala –añadió- todas nuestras necesidades –materiales y espirituales- nos ayuden a descubrir a Jesucristo, que es nuestra verdadera riqueza».

Después de la celebración eucarística todos los participantes en esta Jornada, que pertenecían principalmente a los programas de Cáritas Diocesana de Toledo y de la Delegación Episcopal de Migraciones y Movilidad Humana, junto a representantes de las Delegaciones del Área de la Caridad y Parroquias de Toledo, recibieron un rosario de parte del señor arzobispo, que les pidió que «rezaran con él por la paz del mundo».

Tras realizar una visita turística por la catedral, en el claustro se celebró una comida en la que 180 personas compartieron almuerzo con el arzobispo y pudieron degustar unas migas donadas por una familia de Portillo de Toledo y productos por empresas que colaboran con Cáritas.