Yolanda Díaz ve en Castilla y León el «escaparate de la futura pesadilla» de España si gobierna Feijóo

También ha criticado el escenario político actual, en el que el Gobierno de Castilla y León, ha considerado, es «escaparate» del futuro de «pesadilla» que podría venir de la mano de un hipotético gobierno de Alberto Núñez Feijóo, un líder del PP «falsamente moderado». En ese sentido, ha cargado asimismo contra el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, por «dar mal ejemplo», responsabilizándole junto a Feijóo del cierre del Servicio Regional de Relaciones Laborales (Serla) o de no ejecutar partidas presupuestadas por el Ejecutivo Central.

Ante ello, y rodeada de colaboradores al frente de varios grupos de trabajo (que han dado testimonio y repasado temáticas importantes para esta nueva marca, como el mundo rural, los cuidados o los derechos LGTBI+), ha clamado por «ensanchar derechos» para «vivir con alegría y diversidad frente a esa otra España en blanco y negro». De la misma forma ha hecho bandera de logros del Gobierno como la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) -que ha recordado que beneficia a 100.000 personas en Castilla y León- y la reforma laboral, con una invitación a «soñar» con todo lo que podría hacerse.

Las expectativas del público estaban ahí, a falta de ver si son o no satisfechas. «Nos hemos enterado por redes sociales y yo vengo porque querría estar más informado, enterarme de cuál es su plan», ha comentado un joven de Valladolid minutos antes de entrar. Una veinteañera del mismo grupo ha señalado que esperaba comprobar si había propuestas específicas para Castilla y León, y una mujer de edad avanzada coincidía: «Vengo para aclarar la perspectiva que tienen», ha comentado. También supo del evento gracias a Internet. «Espero encontrar una alternativa seria de propuestas que permitan una reforma para que las clases más desfavorecidas afronten la crisis», ha confiado una asistente más.

Sin anuncios novedosos por el momento, la vicepresidenta aspira a seguir perfilando el proyecto para «transformar» el panorama a diez años vista con la ayuda de grupos de trabajo sectoriales. «Sumar es vuestro, es un movimiento ciudadano, no le pedimos carnet a nadie», ha matizado ante una sala repleta de pletóricos partidarios y curiosos que ha dejado a muchos fuera. Ante ellos, la vicepresidenta se ha disculpado antes de empezar con la promesa de volver pronto. «El futuro va a depender de lo que suméis», ha añadido.